Nunca le digas esto a una persona que está sufriendo, no funciona y quedarás como un insensible
La empatía en nuestras relaciones es la capacidad de comprender y compartir las emociones del otro, fortaleciendo los vínculos y una comunicación más profunda
- Las 4 frases que suelen usar las personas con más inteligencia emocional que la mayoría
- Las señales que delatan que tu pareja tiene nula inteligencia emocional
Es común que, al tratar de consolar a alguien en momentos difíciles, muchas personas utilicen frases automáticas o clichés que, lejos de ayudar, pueden hacer sentir aún peor a quien sufre. El deseo de ofrecer apoyo suele nacer de la buena intención, pero las palabras mal escogidas pueden generar el efecto contrario al deseado. La clave está en comprender que lo que una persona necesita cuando atraviesa un mal momento es sentir que sus emociones son reconocidas y respetadas, no juzgadas ni minimizadas.
A veces, en un esfuerzo por hacer que alguien “se sienta mejor”, se utilizan frases que parecen ofrecer consuelo rápido, pero no atienden la profundidad de lo que está experimentando la otra persona. En lugar de calmar, estas expresiones pueden generar frustración, soledad y una sensación de incomprensión. Como explica la experta en comunicación verbal y no verbal, Aurora Michavila, en una entrevista en Telva, resulta vital detenerse y reflexionar sobre lo que se dice, ya que no todas las palabras tienen el efecto que se busca, y algunas incluso pueden hacer más daño del que creemos.
Lo que debemos evitar decir a una persona que sufre
Hay frases que, aunque usamos con mucha frecuencia, no ayudan a una persona en duelo o dolor. Algunas de estas expresiones, que muchos hemos escuchado de nuestros seres queridos, y que empleamos de manera automática, son:
- “No te lo tomes tan a pecho”.
- “No es para tanto”.
- “Hay gente que está peor que tú”.
- “A mí me pasó algo parecido, pero peor, y aquí sigo”.
- “Yo también estoy mal”.
- “Esto también pasará”.
- “Hay que quedarse con lo bueno”.
- “Lo que deberías hacer es…”.
Estas afirmaciones no solo minimizan el dolor del otro, sino que también pueden hacer que la persona se sienta aún más sola y desconectada. Las personas que sufren necesitan sentirse comprendidas y escuchadas, no que sus emociones sean menospreciadas o comparadas con las de otros.
Si quieres consolar, evita estas cinco trampas
Tras conocer las frases más comunes que se emplean a la hora de consolar a otra persona, pero que no funcionan nunca y que hacen más daño que bien, Michavila hace un resumen de los aspectos que hacemos mal, y que podemos mejorar, porque nadie nace sabiendo inteligencia emocional. No debemos juzgar la situación, ni tampoco minimizar los sentimientos de la persona. Tampoco es buena idea dar soluciones no solicitadas, ya que cada problema tiene su propio ritmo.
Cuando comparamos los problemas de otra persona con los nuestros, intentamos hacerle ver que comprendemos su dolor, pero lo que hacemos en realidad es despersonalizar sus problemas y hacerlos ver como menos importantes porque más gente los ha vivido. Y, por último, y no menos importante, debemos evitar usar las frases cliché como “ya pasará” o “no estés triste”.
La empatía es ponerse en el lugar del otro para comprender sin juzgar
Cinco maneras de ofrecer consuelo de forma efectiva
Si buscamos consolar a una persona de manera efectiva y constructiva, para crear un lugar seguro donde las emociones sean respetadas, primero tenemos que validar sus emociones, y reconocer sus sentimientos. “Es normal que te sientas así”, “te entiendo” o “te creo” son frases de validación emocional y pueden ser de gran ayuda.
Durante la conversación con la persona que está sufriendo podemos escuchar activamente para que la persona se sienta libre de expresar sus sentimientos. Preguntarle cómo se siente o, simplemente, dejarle hablar, es más que suficiente. Esto también tiene que ver con respetar los límites de la otra persona, y no forzarle a contar lo que le ocurre. A veces, no hablar y solo acompañar ayuda más que intentar forzar la conversación.
Las frases que ofrecen apoyo emocional, como “estoy aquí para ti” o “cuenta conmigo”, son útiles en estos casos, y demuestran que eres una persona en la que confiar. Por último, lo más importante es comprender y respetar los tiempos de duelo y dolor, pues cada persona es diferente y tiene sus propios tiempos.
- Las 4 frases que suelen usar las personas con más inteligencia emocional que la mayoría
- Las señales que delatan que tu pareja tiene nula inteligencia emocional
Es común que, al tratar de consolar a alguien en momentos difíciles, muchas personas utilicen frases automáticas o clichés que, lejos de ayudar, pueden hacer sentir aún peor a quien sufre. El deseo de ofrecer apoyo suele nacer de la buena intención, pero las palabras mal escogidas pueden generar el efecto contrario al deseado. La clave está en comprender que lo que una persona necesita cuando atraviesa un mal momento es sentir que sus emociones son reconocidas y respetadas, no juzgadas ni minimizadas.
- Un estudio desvela que los pollos también se sonrojan cuando tienen emociones fuertes María del Pilar Díaz
- Así se comportan las personas con una alta inteligencia emocional, según un estudio de Harvard El Confidencial
- Las frases que dices a diario y que desgastan tu relación de pareja: esta psicóloga explica por qué M.M.V.