Esta es la receta para la vida que recomienda la persona más anciana del mundo

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La longevidad es un tema de fascinación y estudio desde hace mucho tiempo, especialmente en sociedades que valoran una vida plena y saludable. Diversas investigaciones han revelado que alcanzar una edad avanzada no depende solo de la genética, sino también de una serie de buenos hábitos que se desarrollan a lo largo de la vida.

Mantener una dieta equilibrada, realizar ejercicio moderado, evitar el estrés y mantener una actitud proactiva son algunos de los factores más importantes para prolongar tanto la cantidad como la calidad de los años vividos. La interacción social y la estabilidad mental también juegan un papel crucial, mostrando que la longevidad no se trata solo de llegar a una edad avanzada, sino de hacerlo con buena salud física y emocional.

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Profundizando en estos consejos básicos, María Branyas Morera, que hasta agosto asumió el título de la persona más longeva del mundo con 116 años, compartió algunas de sus recomendaciones y experiencia personal para vivir una vida larga y plena. Nacida en 1907 en San Francisco y residente en Cataluña desde hace décadas, atribuyó su bienestar a mantener el equilibrio en todos los aspectos posibles.

Su experiencia personal

La española sostuvo que ser la persona más mayor del mundo no fue casualidad, sino que tuvo que ver con una alimentación balanceada, un entorno agradable y social y “suerte y buena genética”. María siempre destacó que comía poco, pero de todo, sin someterse a ningún tipo de restricción, y que sus relaciones con familiares y amigos eran estables y beneficiosas. No padeció ninguna enfermedad ni fue operada en ningún momento de su vida.

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En palabras de la propia María, el optimismo y cuidado de la salud mental fueron otros de los elementos imprescindibles en su longevidad. La catalana no dudó en resaltar a lo largo de sus intervenciones la importancia estar en contacto con la naturaleza, leer, mantener buenas relaciones con los demás y evitar las preocupaciones, los remordimientos y las personas tóxicas.

Los buenos hábitos de vida son fundamentales para alcanzar una longevidad saludable y plena. Aunque tenga un poco de suerte, tal como lo demostró la persona más anciana del mundo, una vida larga y con bienestar es el resultado de prácticas cotidianas sencillas y al alcance de todos, pero que deben ser constantes: una alimentación balanceada, relaciones sociales, un entorno agradable y una actitud positiva.