Así son los trucos más efectivos para dejar las suelas de tus zapatos impolutas (y sin gastar nada)

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Uno de los hábitos más satisfactorios es el de estrenar zapatos nuevos. Transitar por la calle con un calzado renovado e impoluto supone una sensación sin igual. Sin embargo, este sentimiento desaparece al llegar a casa de nuevo y darnos cuenta de que las suelas están sucias y desgastadas. Y es que, aunque parezca no tener demasiada importancia, la ropa que llevamos es un aspecto muy relevante de nuestra personalidad.

De hecho, una vez que nuestras zapatillas ya estén marcadas por la suciedad del exterior, parecerá que se hayan convertido en auténticos imanes de la misma, ya que no dejaremos de atraerla. Sin embargo, podemos emplear productos de limpieza específicos que podemos encontrar a la venta en cualquier establecimiento para erradicar las manchas más llamativas.

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Por otro lado, no hace falta recurrir a ellos, ya que existen algunos trucos caseros para obtener similares o mejores resultados y que las suelas de nuestros zapatos vuelvan a lucir como nuevas. Además, nos ahorraremos cualquier tipo de desembolso, ya que emplearemos ingredientes que podremos encontrar fácilmente en cualquier hogar.

Tres alternativas caseras

Uno de los productos más efectivos a la hora de limpiar las suelas de nuestras zapatillas es, sin duda, el bicarbonato de sodio. Debido a su posición en la escala de pH, podremos erradicar hasta los restos más resistentes mediante una mezcla de este con agua tibia. Si comprobamos que ciertos residuos aún persisten, podemos añadir una pequeña dosis de peróxido de hidrógeno para que esta sea más eficaz.

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Podemos encontrar una alternativa de limpieza al bicarbonato de sodio en uno de los ingredientes más utilizados en la cocina, siendo este el vinagre. Pese a que ambos componentes pueden mezclarse, este último es capaz de ejercer de agente limpiador por sí mismo. Ayudándonos de un trapo húmedo, aplicaremos el vinagre en la suciedad adherida a la planta de nuestro calzado, el cual será especialmente funcional en las manchas de grasa.

Si no nos convencen estas soluciones, podemos acudir a un último recurso. Este supondrá hacer uso de la pasta de dientes y de un cepillo que no utilicemos en nuestra higiene. Preferiblemente blanca y sin gel en su composición, la aplicaremos sobre los restos adheridos a la suela de nuestras zapatillas y frotaremos con el cepillo hasta que estas desaparezcan. De esta forma, nuestro calzado volverá a recuperar ese aire de recién estrenado.