Soy 'wedding planner' y estos son los tres gastos que te puedes ahorrar el día de tu boda

Planificar una boda puede llevar a las parejas a gastar en elementos que, según la wedding planner Eli, son innecesarios. En un reciente vídeo que ha subido a su perfil de TikTok, Eli compartió con sus seguidores tres gastos que se pueden evitar sin comprometer la belleza y la esencia de la celebración.

El primero de estos gastos es el de invitar a personas por compromiso: "No puedes invitar a todo el mundo, pero a la vez quieres que nadie se enfade", explicó Eli. La experta sugiere que, aunque este es un asunto delicado y personal, es crucial establecer un límite, especialmente cuando se trata de colegas de trabajo o conocidos lejanos. Priorizar a los amigos y familiares más cercanos podría ayudar a reducir considerablemente la lista de invitados, evitando así posibles conflictos.

Evitar gastos innecesarios en recuerdos y flores

Otro gasto que se puede evitar, según Eli, es el de los recuerdos para todos los asistentes. "No hace falta gastarse tanto y si realmente quieres dejar algún regalito, que sea para gente importante o muy cercana", aconseja. En lugar de invertir en obsequios para cada uno de los asistentes, la wedding planner sugiere buscar otras maneras de agradecer la presencia de los invitados, centrándose solo en aquellos que son más cercanos a la pareja.

Eli también señala a las flores como el tercer gasto prescindible, especialmente si el presupuesto es ajustado. Recomienda optar por flores de temporada, que son más económicas y que, a pesar de ello, pueden garantizar una decoración espectacular. "Te prometo que igualmente la boda quedará muy bien decorada", asegura, destacando que la belleza no siempre está en lo más costoso, sino en lo bien planificado.

El ahorro no compromete la belleza

Con estos consejos, Eli busca ayudar a los futuros novios a ahorrar en su boda sin perder de vista lo realmente importante: disfrutar del día y compartirlo con quienes realmente importan. Ahorrar en algunos aspectos no compromete la belleza ni la calidad de la celebración, sino que permite destinar recursos a aquello que realmente importa para la pareja.