¿Tu hijo ya nunca coge el teléfono cuando llamas? Los datos para que sepas que no estás sola
Una nueva encuesta pone datos a lo que ya es una tendencia observada desde hace tiempo: los jóvenes de entre 18 y 34 años ya no levantan el teléfono ni una sola vez (y tampoco lo cogen)
Un reciente estudio ha revelado que un tercio de los millennials y centennials han dejado de responder a las llamadas telefónicas, optando por formas de comunicación menos intrusivas como los mensajes de texto y las notas de voz. Este cambio en las preferencias de comunicación refleja un fenómeno generacional impulsado por la ansiedad y el estrés asociados a las conversaciones en tiempo real.
La encuesta, realizada por Uswitch, indica que un 25% de las personas de entre 18 y 34 años nunca responde al teléfono, prefiriendo ignorar el timbre o devolver la llamada por mensaje si no reconocen el número. Esta tendencia se acompaña de un claro declive en el uso de los buzones de voz, considerados obsoletos por muchos jóvenes. Según la psicóloga consultora Elena Touroni, esta aversión a las llamadas telefónicas se debe a que los jóvenes no han desarrollado el hábito de hablar por teléfono, lo que hace que las conversaciones en tiempo real resulten incómodas o poco naturales.
"Más de la mitad de los encuestados admiten que una llamada inesperada les hace temer lo peor", señala en un reciente artículo de la revista BBC que se ha hecho eco del estudio. A pesar de que las llamadas telefónicas han perdido popularidad, los jóvenes no han dejado de comunicarse. Los grupos de chat, las redes sociales y las notas de voz se han convertido en las herramientas predilectas para mantenerse en contacto. Un 37% de los jóvenes entre 18 y 34 años prefieren enviar notas de voz en lugar de hacer una llamada, ya que consideran que es una forma más educada de interactuar sin las presiones de una conversación en vivo.
Algunos expertos advierten que se corre el riesgo de perder la intimidad que ofrecen las conversaciones verbales
Este cambio no se limita únicamente a la vida personal. En el ámbito laboral, muchos jóvenes profesionales evitan las llamadas telefónicas, percibiéndolas como intrusivas y potencialmente disruptivas para su flujo de trabajo. El abogado Henry Nelson-Case indica, por su parte, que la ansiedad por responder en tiempo real, junto con la posibilidad de enfrentarse a situaciones incómodas, le hace preferir otros medios de comunicación.
Una brecha de comunicación
Los empleadores también están adaptándose a esta nueva realidad. James Holton, un empresario de 64 años, comenta que ha observado una "brecha de comunicación visible" con sus empleados más jóvenes, quienes a menudo no responden a sus llamadas. Sin embargo, reconoce la necesidad de adaptarse a sus preferencias, entendiendo que respetar estas elecciones de comunicación es esencial para mantener un ambiente laboral armonioso.
A medida que esta tendencia continúa, surgen preguntas sobre las posibles consecuencias para la conexión y la cercanía en las relaciones, tanto personales como profesionales. Algunos expertos advierten que, si bien la eficiencia en la comunicación puede aumentar, se corre el riesgo de perder la intimidad que ofrecen las conversaciones verbales. Sin embargo, otros argumentan que este cambio es una adaptación natural a las necesidades y expectativas de una nueva generación, similar al paso del fax al correo electrónico décadas atrás.
Un reciente estudio ha revelado que un tercio de los millennials y centennials han dejado de responder a las llamadas telefónicas, optando por formas de comunicación menos intrusivas como los mensajes de texto y las notas de voz. Este cambio en las preferencias de comunicación refleja un fenómeno generacional impulsado por la ansiedad y el estrés asociados a las conversaciones en tiempo real.
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