Cómo organizar tu armario a la vuelta de vacaciones: adiós al desorden con este sencillo truco

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El final de agosto está cerca y con él, diremos adiós a nuestras vacaciones de verano. Pese a que puede resultar un momento duro, debemos coger fuerza para afrontar la vuelta a la rutina habitual, aunque en ocasiones se puede hacer un poco cuesta arriba. Sin embargo, antes debemos reacondicionar nuestra vida para enfrentarnos al retorno de la cotidianeidad con mayor comodidad.

Uno de los elementos que requieren un mayor proceso de limpieza y reorganización es, sin duda, el armario. Esa es una tarea que puede llevarnos bastante más tiempo del deseado, pudiendo pasar días hasta haberla completado del todo. Por otra parte, es posible que muchos usuarios posean sus baldas y cavidades repletas de ropa, provocando que no dejen nada de espacio a futuras prendas nuevas.

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P. M.

Y aunque dispongamos de artículos que hace tiempo que no nos ponemos, puede resultar complejo realizar una selección de los que son necesarios para deshacernos de ellos y dejar espacio a ropa nueva. No obstante, existen algunos métodos que te facilitarán este proceso de manera efectiva, provocando que este asunto deje de generarnos más quebraderos de cabeza.

Método infalible

Para llevar a cabo un proceso de limpieza de armario óptimo es necesario comprometernos con la labor. Esto significa que debemos disponer de un criterio firme a la hora de decidir que prendas conservamos y cuáles desechamos. Un ejemplo de ello sería tratar de pensar varias combinaciones con las que integrar un artículo. Si no se nos ocurren más de tres, es señal de que esa prenda es prescindible, por lo que debemos pensar en retirarla.

Siguiendo esta estrategia de manera firme, podremos descartar distinta ropa que no solemos ponernos con demasiada frecuencia. No obstante, podemos permitirnos alguna licencia, como vestidos o trajes que estén destinados para eventos especiales. Lo mismo ocurre con las prendas que se conservan por nostalgia o valor sentimental.

Además, no es necesario deshacernos de la ropa descartada de manera inmediata. Podemos introducir toda ella en una bolsa y dejarla un tiempo en ‘stand-by’. Si en ese tiempo determinamos que realmente no la necesitamos, podremos retirarla de manera definitiva. Por el contrario, si solemos pensar en ella de manera recurrente, puede ser una señal para querer recuperarla. En este caso, debemos actuar con una actitud estricta. De no hacerlo, podremos volver al punto de partida con mucha facilidad.