Siente el placer de estrenar sábanas limpias cada día con estos sencillos trucos

• Esto es lo que ocurre cuando no lavas tus sábanas en una semana
• Por qué deberías lavar tus sábanas con más frecuencia (al menos dos veces por semana)

Una rutina estresante y el cúmulo de responsabilidades pueden hacer que descuidemos algunos aspectos esenciales en el cuidado de nuestros hogares. A pesar de llevar en más de una ocasión un control exhaustivo de las tareas de orden y limpieza, es habitual que descubramos con frustración que muchos de nuestros esfuerzos caen en saco roto.

Una de las primeras tareas a las que muchas personas se enfrentan tras el café y la ducha es la de hacer la cama. A pesar de tratarse de un hábito que parece ordenar nuestro día desde el principio, y que casi nos induce a pensar que salimos de casa con los deberes hechos, la semana transcurre y descubrimos muy pronto que las sábanas han perdido ese frescor que tenían apenas unos días atrás.

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El Confidencial

El diario The Mirror lanzó un consejo a raíz de la consulta de un usuario de Reddit, frustrado ante la imposibilidad de lavar sus sábanas más de una vez por semana. El internauta, agobiado por una apretada agenda, pidió consejo a otras personas para poder disfrutar de un sueño reparador arropado por unas sábanas que no parecieran sucias.

Un simple reajuste en tu rutina

Muchos fueron los participantes que se apresuraron a espetarle que la solución era fácil: “lávalas”. Pero esta respuesta, lejos de parecer evidente, saca a relucir la confusión que hay al tratar de distinguir si unas sábanas están limpias, o si simplemente no lo parecen, a pesar de estarlo.

Tras los comentarios jocosos, hubo un usuario que aportó un poco de sabiduría y experiencia y quiso facilitarle la existencia al consultante. El método, que requiere incluso de menos tiempo del que empleamos en hacer una cama, sorprendió por su simplicidad y es, al parecer, una costumbre en algunos países.

Un método que te ahorrará tiempo

La recomendación de esta alma caritativa consistía en quitar el edredón o nuestras sábanas, ventilarlos todo el día, y hacer la cama por la noche antes de dormir, recuperando ese frescor tan agradable que tienen recién lavados. “Descubrimos esto cuando fuimos a Holanda y tiene mucho sentido”, añadió esta persona, antes de concluir: “Hemos descubierto que las sábanas se mantienen frescas por más tiempo, lo cual es muy útil en las semanas ocupadas en que no podemos cambiar la cama por completo”.