¿Tu lavadora hace ruido? Estos son los problemas más habituales y cómo solucionarlos

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Las lavadoras son un electrodoméstico indispensable en nuestros hogares y nos facilitan el día a día. Resulta tranquilizador escuchar el sonido de su funcionamiento y verificar que nuestra ropa está cada vez más cerca de una limpieza total. Sin embargo, estos sonidos varían de un aparato a otro y es aconsejable conocerlos bien para discernir si su funcionamiento sigue un curso óptimo o si, por el contrario, presenta algún indicio de avería.

Las múltiples funciones que presenta el aparato se manifiestan a menudo en sonidos, temblores y velocidades diferentes, a veces incluso desagradables al oído, que pueden ser difíciles de interpretar. Para asegurarnos de que nuestra colada se haga correctamente y nuestro aliado para la limpieza está en plena forma, conviene repasar algunos aspectos que nos ayuden a dilucidar si todo está en su sitio y no hay nada de lo que preocuparse.

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Sandra Gonzálvez

Cuando iniciamos el ciclo de lavado, la lavadora comienza a recibir energía y a ponerse en marcha, generando un ligero zumbido que indica que el motor está funcionando. Un gorgoteo nos advertirá, a continuación, que el agua se está moviendo correctamente a través de las mangueras y conductos internos. Asimismo, la activación de las válvulas o el cambio de ciclo, puede originar algunos chasquidos durante el proceso de lavado.

Sonidos sospechosos

Los sonidos que nos advertirán de algún tipo de problema son ligeramente más molestos y vendrán acompañados de movimientos o golpes inusuales que harán aconsejable detener el electrodoméstico y contactar con un profesional.

• Ruidos metálicos: pueden advertirnos de que hay objetos sueltos en el tambor, pero también pueden ser un indicador de que los rodamientos están desgastados o hay un problema en la bomba de agua. Conviene detener el aparato para hacer las comprobaciones pertinentes y, llegado el caso, llamar a un técnico antes de que el problema dé lugar a una reparación más costosa.
• Zumbidos o crujidos: a menudo tienen que ver con problemas en el motor o en la transmisión, lo que requiere de la intervención inmediata de un especialista. Ocasionalmente, también pueden deberse a que los rodamientos del tambor estén desgastados o a que hay alguna obstrucción en el sistema de drenaje.
• Vibraciones excesivas o golpes: Los amortiguadores y los muelles ayudan a controlar las vibraciones de la lavadora durante el centrifugado, por lo que un aumento de estas puede ser un indicio de que presentan algún fallo.

Antes de llamar al servicio técnico, revisaremos el tambor para descartar sobrecargas y desequilibrios en el mismo, verificaremos si, efectivamente, no hay ningún objeto suelto y, finalmente, consultaremos el manual o llamaremos al técnico. Hacer un seguimiento de estos sonidos nos ayudará a llevar un control del aparato y evitar que los daños desemboquen en una cara reparación.