El sencillo truco con el que eliminarás la suciedad de tus almohadas por completo (y sin gastar nada)
Durante nuestras sesiones de sueño nocturnas suelen acumular restos de suciedad de diversa índole, provocando que nuestro descanso se deteriore con el paso del tiempo.
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Uno de los elementos que más suciedad acumula en nuestras habitaciones es, sin duda, las almohadas de nuestra cama. Durante las sesiones de sueño nocturnas, estas suelen adquirir restos de sudor, polvo y bacterias que pueden deteriorar progresivamente la superficie de la funda que recubre el relleno del cojín con el paso del tiempo.
Toda esta suciedad puede afectar negativamente a la calidad de nuestro sueño, puesto que su aglutinación provoca que nuestra almohada ofrezca un grado menor de comodidad en nuestros descansos. Además, estos restos pueden incrementar las molestias respiratorias en usuarios que padecen alergias u otro tipo de condición, como el asma.
Es por ello que se recomienda una limpieza frecuente de las almohadas para evitar un exceso de suciedad en las mismas que resulten en un descanso insatisfactorio. Y es que existen diferentes métodos caseros con los que mantenerlas lavadas y frescas sin recurrir a ningún producto específico. Tan solo emplearemos algunos ingredientes que podremos encontrar en cualquier hogar.
Limpieza sencilla y efectiva
Lo primero que debemos tener en cuenta es conocer cuál es el material del que está fabricado nuestra almohada. Si estás son de plumas o de fibra sintética, emplearemos un sistema muy sencillo. Para ello, lo primero que debemos hacer es retirar las fundas y los protectores que recubran el relleno de la misma y meterlo en la lavadora. Depositaremos en el tambor del electrodoméstico todas las que podamos para aprovechar el mismo programa de lavado.
Tras ello, utilizaremos el detergente y el suavizante del que disponemos para limpiar nuestra ropa. Depositaremos en la cavidad correspondiente una dosis moderada de ambas, evitando que se forme un exceso de espuma. Tras ello, activaremos alguno de los ciclos más suaves y calientes de la lavadora, el cual estará recomendado en la etiqueta de la propia almohada. Una vez terminado el programa, deberán secarse correctamente, por lo que se recomienda el empleo de la secadora si se dispone de una.
Por otro lado, si nuestra almohada es de viscoelástica, látex o gel, debemos contar con un recipiente con agua que contenga las dimensiones suficientes como para poder sumergirla del todo. En el agua rociaremos un poco de jabón lavavajillas para acentuar su efecto limpiador. Es entonces cuando masajearemos el relleno en las partes que posean manchas o muestras llamativas de suciedad. Una vez la hayamos lavado satisfactoriamente, tan solo quedará secarla, siendo muy recomendable hacerlo a la intemperie en este caso.
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