Qué dice la forma de tus orejas de tu tipo de personalidad

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Uno de los mayores rasgos que sirven para identificar a un ser humano es, sin duda, su personalidad. Nuestro comportamiento y actitudes son cruciales para conocernos como persona y saber qué rol adoptamos en cada una de las situaciones que se nos presentan en nuestras vidas. Sin embargo, es difícil saber cuáles son los rasgos propios de un individuo con una personalidad en concreto.

Son muchos los que han querido investigar la relación entre nuestra forma de ser y la variedad y la morfología de distintas partes de nuestro cuerpo. Al parecer, algunos encuentran un vínculo muy concreto entre personas con una personalidad específica y rasgos de su físico de una manera muy particular.

Uno de estos métodos halla una clara asociación entre el carácter de un sujeto y la morfología de sus orejas. Desde el tamaño de las mismas hasta la forma de los lóbulos, todos estos elementos se tienen en cuenta a la hora de discernir qué personalidad se atribuye a cada uno de los usuarios según la forma de su aparato auditivo.

Formas y tamaños

Uno de los rasgos más característicos en este sentido es el tamaño de las orejas. Si disponemos de unas más bien pequeñas, es probable que seamos una persona tímida y que poseamos cierta indecisión a la hora de tomar partido en ciertas situaciones. Por otro lado, si las dimensiones de estas son más bien grandes, será un indicador de que somos personas ambiciosas y que les gusta arriesgar para conseguir sus metas.

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P. M.

Otra parte de la oreja que es esencial para conocer la forma de ser del individuo que la posea es el lóbulo. Si disponemos de uno grande, entonces significa que somos personas realistas y que no nos solemos hacer demasiadas ilusiones con conceptos que no sabemos a ciencia cierta de que puedan ser posibles. Por el contrario, si nuestro lóbulo es reducido, se corresponderá con una actitud soñadora e idealista, además de con un gran interés por la espiritualidad.

Por último, debemos tener en cuenta la posición de las orejas respecto a la cabeza. Los sujetos que posean las orejas a una mayor altura suelen definirse con una mayor claridad y confianza, pese a que pueden pecar de superficiales. En contraposición, las personas que ubiquen sus orejas más abajo suelen ser comprometidas y trabajadoras, aunque pueden llegar a desarrollar cierto egoísmo.