La verdadera razón por la que los animales albinos tienen los ojos rojos

Una de las características más llamativas de los animales albinos es su piel, plumas o pelaje de color pálido. Sin embargo, otra peculiaridad que a menudo capta la atención son sus ojos de color rojo. Este fenómeno, que podría parecer un misterio para muchos, tiene una explicación científica clara y fascinante.

Contrario a lo que se podría pensar, los ojos rojos de los animales albinos no se deben a la presencia de un pigmento rojo. En realidad, la rojez de sus ojos proviene de la falta de pigmentación. Según un informe del The New York Times, los iris y los tejidos alrededor de las retinas en estos animales son transparentes o tienen tan poca coloración que los vasos sanguíneos detrás de ellos se vuelven visibles, dando la apariencia de ojos rojos.

La raíz de este fenómeno está en el albinismo, una mutación genética rara que impide que el cuerpo produzca melanina, el pigmento que colorea el cabello, plumas, pelaje, escamas, piel y ojos de los organismos. Las células melanocíticas, responsables de la síntesis y distribución de la melanina, no funcionan correctamente en los animales albinos, lo que resulta en una apariencia muy pálida comparada con otros miembros de la misma especie, como explica un reciente artículo de Mental Floss.

Sus ojos pueden parecer rojos cuando la luz se refleja en su parte posterior, haciendo visibles los vasos sanguíneos por la falta de pigmentación

El albinismo no solo afecta la coloración de los ojos, sino también su función. La falta de melanina, que normalmente absorbe la luz visible, infrarroja cercana y radiación ultravioleta, provoca que muchos animales y humanos albinos sufran de problemas de visión o incluso ceguera. Además, estos animales enfrentan desafíos únicos en la naturaleza. Su coloración distintiva los hace más visibles para los depredadores, y en el caso de los depredadores albinos, sus presas también pueden detectarlos con mayor facilidad, afectando su capacidad para cazar.

¿Y los humanos?

Los humanos con albinismo, a diferencia de los animales, pueden tener variaciones en el color de los ojos, que típicamente son azules, aunque también pueden ser grises claros, violetas o marrones. Sus ojos pueden parecer rojos o rosados cuando la luz se refleja en la parte posterior de los ojos, haciendo visibles los vasos sanguíneos debido a la falta de pigmentación. Además, los animales albinos son más propensos a desarrollar cáncer de piel, ya que la ausencia de melanina los deja vulnerables a los dañinos rayos solares.