El tierno momento entre una buceadora y un pulpo: le coge la mano y le muestra un lugar muy especial

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La buceadora y fotógrafa australiana, Jules Casey, es conocida por presenciar momentos únicos bajo el mar que se convierten en imágenes icónicas y fascinantes. Uno de sus vídeos más virales fue cuando captó en 2020 a una pareja de caballitos de mar mientras la hembra les transfería los huevos al macho. Sin embargo, un nuevo protagonista de ocho patas y nueve cerebros ha robado el corazón de la veterana buceadora.

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Casey cuenta emocionada en un vídeo cómo mientras practicaba buceo libre, un pulpo maorí de grandes dimensiones envolvió su largo tentáculo alrededor de su brazo y comenzó a nadar, casi como si indicara que había algo que quería mostrarle. "Se giraba como para ver si seguía detrás de él", relata la buceadora que, tras unos minutos de travesía, llegó a su destino: una lápida.

El lugar al que llegó Casey era una especie de santuario de piedra en forma de lápida con una foto de un hombre y un perrito blanco en brazos en la que ponía "Lorenz". El pulpo al llegar a la lápida comenzó a revolotear alrededor, indicándole a la buceadora que quería que ella centrara su atención allí.

Misterio resuelto

Días más tarde, Casey investigó quién podría ser aquel Lorenz y por qué había muchos más objetos parecidos a esa lápida esparcidos por esa zona del océano. Además de estas estatuas, el pulpo también le reveló un ancho tubo de PVC, que utilizó como refugio. “A los pulpos les gusta esconderse en ellos”, afirma la fotógrafa.

Estas piezas componen el arrecife artificial en la península de Mornington con el nombre de Lorenz' Loop en honor a la persona que inspiró esta obra. Al compartir esta anécdota con un hombre en una tienda de buceo local, Casey se enteró sorprendida de que su interlocutor era el creador de este santuario que había instalado como emotivo homenaje a su amigo fallecido Lorenz.