¿Golpe de calor o insolación? Cómo diferenciarlos y actuar en ambos casos
Una situación de calor extremo puede bloquear la capacidad del organismo para regular su temperatura. Identificar su gravedad es clave para conseguir enfriar el cuerpo y evitar un fallo multiorgánico
Estamos acostumbrados a sufrir las altas temperaturas del verano y, posiblemente por eso, tendemos a minimizar el efecto que pueden tener sobre nuestra salud. Esto es especialmente importante cuando se trata de un golpe de calor, una situación clínica que puede llegar a ser grave e incluso poner en riesgo la vida.
El golpe de calor, explica el doctor Daniel Carnevali, jefe del Servicio de Medicina Interna del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid, “se produce porque la capacidad de adaptación al calor externo en el ser humano tiene unos límites y, cuando se superan, la persona deja de poder enfriarse de forma autónoma. El cuerpo tiene una capacidad de eliminación del exceso de calor a través de la transpiración de la piel por convección y a través de la respiración. Esta capacidad enfriadora tiene un límite y, cuando se supera la capacidad de enfriado a través de estos métodos, el individuo empieza a acumular energía en su cuerpo y aumenta la temperatura corporal, lo que trastoca los mecanismos de funcionamiento celular”.
El síntoma principal es la temperatura muy elevada que va acompañado de dolor de cabeza, confusión mental y disfunción en el funcionamiento de órganos como el riñón o corazón. En los casos graves “puede llegar a elevar la temperatura corporal a 39 o 40 grados”, subraya el especialista. “En estos escenarios se produce una alteración del estado mental, caracterizada por la confusión, que incluso puede llevar a un estado de coma. En estas personas se produce un colapso circulatorio, acompañado de insuficiencia renal y fracaso multiorgánico que puede llevar a acabar con su vida”.
Mucha hidratación
Afortunadamente, lo más habitual es que se produzca lo que denominamos coloquialmente como insolación, que se trata de un golpe de calor leve y se caracteriza por dolor de cabeza y malestar general. Son síntomas que se pueden revertir enfriando el cuerpo a través de un baño frío o con una leve analgesia.
La clave para evitarla es huir de situaciones de calor extremo, pero esto no siempre es posible. Si tenemos que exponernos por necesidad, es fundamental estar bien hidratados e intentar hacerlo de forma continuada, sobre todo si la humedad del ambiente es alta.
“En las situaciones en las que la humedad ambiental es alta y el calor es elevado, la capacidad de transpiración -y, por lo tanto, de enfriamiento del cuerpo- es limitada porque esta humedad impide que se evapore el líquido de la piel; por eso, nuestra capacidad de perder calor a través de la sudoración disminuye”, explica el doctor Carnevali.
Si empezamos a notar los primeros signos de insolación, lo primero será intentar bajar nuestra temperatura a través de baños de agua fría, ducha o buscar un ambiente más fresco. Si la situación es más grave, es fundamental pedir ayuda médica de inmediato: “Si sospechamos que una persona ha sufrido un golpe de calor, será necesario hidratar al paciente, si es preciso a través de suero o, incluso, de la administración por sonda de líquidos fríos al estómago para enfriar el cuerpo con rapidez”, concluye el especialista. Llegados a un caso extremo, “si existe fallo multiorgánico, habrá que realizar las medidas de soporte vital en cuidados intensivos”.
*El Confidencial, en colaboración con Quirónsalud, presenta una serie de artículos con información práctica, consejos y recomendaciones para practicar deporte que mejore nuestra salud y bienestar. Si tienes alguna duda sobre esta temática o quieres más información, puedes contactar con el Hospital Universitario Quirónsalud Madrid.
Estamos acostumbrados a sufrir las altas temperaturas del verano y, posiblemente por eso, tendemos a minimizar el efecto que pueden tener sobre nuestra salud. Esto es especialmente importante cuando se trata de un golpe de calor, una situación clínica que puede llegar a ser grave e incluso poner en riesgo la vida.