Los 'fruity boys' son la última moda en Tinder: qué son y cómo detectarlos

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Según informa Europa Press, más de cuatro millones de españoles buscan pareja a través de páginas y webs y aplicaciones de citas. En este sentido, la plataforma más utilizada es Tinder, con aproximadamente 1,5 millones de usuarios. No es de extrañar que, con el paso del tiempo, surjan nuevas tendencias entre quienes la utilizan con el propósito de incrementar sus opciones de ligar.

Una de estas tendencias que están marcando un antes y un después en las aplicaciones de citas más utilizadas del mundo es la de los fruity boys o “chicos afrutados”, como también se conocen en algunos países hispanohablantes. Empezaron haciéndose muy populares en TikTok, como reveló el medio The Wired en un artículo reciente. Sin embargo, han dado el salto a las plataformas destinadas a concertar encuentros esporádicos o relaciones estables.

El término fruity boy define a hombres que desafían los estereotipos masculinos tradicionales, adoptando una estética y comportamiento que integran aspectos considerados femeninos. Según Caroline West, doctora en psicología y experta en relaciones a través de Bumble, que es otra app para ligar tan popular como Tinder en algunos países, estos hombres destacan por su sensibilidad, apertura emocional y estilo personal, el cual está marcado por detalles únicos como tatuajes y el uso de ropa vintage.

Éxito en la Generación Z

Este cambio en los ideales de atracción ha sido impulsado por la Generación Z, que valora la autenticidad y la vulnerabilidad por encima de la apariencia física. A través de plataformas como TikTok, estos hombres han captado la atención por su enfoque más suave y comprensivo de la masculinidad, distanciándose del arquetipo del macho alfa.

Los principales referentes de esta tendencia son figuras como Harry Styles y Timothée Chalamet, que en muchas de sus apariciones públicas han llamado la atención por romper con las normas tradicionales de género y expresar sus emociones sin reservas. Este cambio en la masculinidad resulta especialmente atractivo para muchos miembros de la Generación Z que buscan relaciones más profundas y significativas, alejándose de los patrones tradicionales de atracción basados en lo físico.