Mantén tu frigorífico impoluto con estos sencillos trucos de limpieza (y sin gastar nada)

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Una de las estancias más frecuentadas de manera cotidiana en una casa es, sin duda, la cocina. En ella elaboramos los platos que necesitamos para alimentarnos y mantenernos saciados en cada una de nuestras jornadas. Es por ello que aquí se ubican una gran cantidad de electrodomésticos indispensables para la preparación y conservación de productos alimenticios, como puede ser el microondas, el horno o la vitrocerámica.

No obstante, uno de los más relevantes de todo nuestro hogar es el frigorífico. Este nos permite almacenar grandes cantidades de comida y preservarlas lo mejor posible gracias a su principal función. Recurrimos tanto a ellos que es normal que, con el paso del tiempo y el repetido uso, acaben por acumular una gran cantidad de suciedad. Y es que, si nos descuidamos en este aspecto, puede resultar en el deterioro del dispositivo hasta que este deje de funcionar de manera correcta.

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Mantenerlos en el mejor estado posible no solo es importante para el bienestar del electrodoméstico. También lo es para que el estado de los artículos de su interior no se contamine de ninguna bacteria o germen que pueda surgir de los residuos que se extienden de manera progresiva por su superficie. Por ello, es crucial seguir algunos consejos para evitar que el peor resultado sea una realidad en nuestras cocinas.

Sencillos consejos

Una de las recomendaciones más básicas en este sentido es realizar la limpieza con cierta asiduidad. Una horquilla de tiempo adecuada para realizar una limpieza a fondo sería de entre tres y seis meses. Por otro lado, como muchos productos alimenticios necesitan de una temperatura fría de manera constante, es recomendable es efectuar el lavado cuando el frigorífico esté prácticamente vacío. Si no, corremos el riesgo de que los alimentos acaben tan contaminados que su consumo sea especialmente poco aconsejable.

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Es muy importante poner especial atención en la limpieza de los cajones en los que se suele depositar verduras. Su carácter extraíble nos permitirá realizar una labor de lavado mucho más sencilla. En muchas ocasiones, sacar estos de su interior puede llegar a ser más dificultoso de lo habitual. En ese caso, será vital recurrir al manual de instrucciones para consultar su funcionamiento.

Por último, podremos centrarnos en el propio interior del frigorífico. En su limpieza, no se recomienda el uso de agua caliente, puesto que no es recomendable elevar tanto la temperatura del electrodoméstico. Esto también nos permitirá introducir de nuevo los alimentos que hemos dejado fuera en un primer momento mucho más temprano. Además, para realizar un lavado seguro, debemos desconectar el dispositivo de la corriente antes de su pulcritud.