La única (y verdadera) razón por la que no deberías enamorarte de tus compañeros de trabajo

Hay una alta probabilidad que tu próxima pareja sea una de las personas que está en tu empresa o centro de trabajo. Al ser uno de los grandes entornos de socialización, sobre todo cuando llegas a cierta edad, el hecho de pasar tanto tiempo juntos hace que la chispa surja con suma facilidad. Entre café y café, proyecto y proyecto, es inevitable que las miradas se encuentren.

Si tienes la suerte de congeniar a la perfección y estás plenamente seguro de que quieres iniciar algún tipo de relación romántica con un compañero o compañera, adelante. Pero ante todo, no se lo digas a los demás. Esta es la primera ley si quieres que todo salga bien y no perder el trabajo ni la relación que has iniciado. Así lo reconoce un estudio recientemente publicado en la revista PLOS ONE, que certificó que forjar un vínculo sexual o amoroso con alguien del trabajo hace que muy posiblemente se desencadenen una serie de acontecimientos que para nada te gustaría vivir.

"Los compañeros más afines persuadirán a los que tienen relaciones en el trabajo para que se aíslen con el fin de proteger a la pareja"

Los investigadores realizaron encuestas a 343 empleados del sector servicios de Pakistán para conocer cómo de integrados se encontraban en el equipo aquellos miembros que mantenían una relación romántica con otro compañero o compañera. Efectivamente, aquellos que mantenían relaciones sexoafectivas entre ellos reportaron que se sentían más distanciados de los demás y más apartados, al considerar que su unión estaba mal vista por el resto.

Más aislados y probabilidad de conflicto

De manera concreta, el estudio halló que aquellos compañeros que mantenían un vínculo sentimental experimentaban un alto grado de ostracismo, recibiendo sabotajes por parte de los demás a todas sus tareas, que podían manifestarse en entregar documentos incorrectos o proporcionarles información falsa sobre un tema determinado. Al profundizar en las razones que provocaban esto, los investigadores descubrieron que esta tendencia se basa en lo que llamaron "altruismo provinciano", como recoge la revista IFL Science, que se ha hecho eco del estudio.

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Ada Nuño

Este se define como "el conjunto de comportamientos destinados a privilegiar a ciertas personas con afinidades en común", aseguran los autores. "A menudo, una de las partes de la relación persuade a la otra para mostrar cierta exclusividad social al resto de miembros para evitar posibles amenazas que pongan en entredicho su relación". Básicamente, que uno de los dos siente cierta paranoia porque las cosas vayan mal en la pareja, por lo que tenderán a cerrarse sobre sí mismos para evitar cualquier interferencia del exterior.

"Los compañeros más afines persuadirán a los que tienen relaciones en el trabajo para que se aíslen con el fin de proteger a la pareja de la publicidad negativa, los conflictos o la hostilidad del resto", aseguran. "Esto, a su vez, hace que los demás manifiesten una actitud de rechazo hacia ellos, castigándolos por su propio ostracismo escogido".

Una espiral de conflictos

Por tanto, si de verdad surge y no lo habéis podido ni querido evitar, lo mejor sería que lo llevaseis en secreto porque si no vais a entrar en una espiral de conflictos que lo único que provocarán será que tus ganas de salir de la empresa se disparen, o las de tu pareja. A pesar de ello, cada relación es un mundo, por lo que si estás bien integrado en el trabajo y crees que tus compañeros lo entenderían, no está de más arriesgarse y confesar lo que compartís. Puede que el hecho de ocultarlo y que un día se descubra sea más dañino que reconocer que hay algo entre vosotros.