Pregunta a su jefe por las condiciones laborales y la respuesta da la vuelta a España
Estamos en el siglo XXI y todavía hay empleadores que desconocen los derechos de sus trabajadores, o los ignoran deliberadamente
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Llevamos décadas luchando por nuestros derechos laborales, por una mayor conciliación y por mejores condiciones salariales y de trabajo. Pero hoy en día todavía nos encontramos ciertas ofertas de trabajo que, o bien rozan lo ilegal, o directamente eluden los derechos del trabajador sin vergüenza. Especialmente en el sector hostelero.
La cuenta de Twitter de Soy Camarero expone y denuncia los casos de malas prácticas laborales, en los que un camarero o camarera busca trabajo y se encuentran con un empleador que no acudió cuando dieron la clase de derechos laborales. En esta ocasión, nos encontramos ante un caso en el que, cuando el futuro trabajador pregunta por las condiciones laborales, el empleador le cierra la puerta de malas formas.
Al parecer preguntar por las condiciones sigue siendo tabú. pic.twitter.com/ILGAqoBYKB
— Soy Camarero (@soycamarero) 1 de junio de 2023
“Al parecer, preguntar por las condiciones sigue siendo tabú”, reza la publicación, que ya acumula más de un millón de visualizaciones, 2.900 “retweets” y 21.000 “me gusta”. Adjuntas a la publicación vemos varias capturas de pantalla. La primera nos pone en situación, y es que el trabajador tiene una prueba de trabajo en un local de restauración para optar a un puesto de trabajo.
Las preguntas prohibidas
A continuación, vemos como el trabajador se interesa por las condiciones del empleo, algo normal antes de iniciar una relación laboral. “¿La prueba es todo el turno? Más o menos por saber. ¿La prueba se abonaría?”, comienza preguntando el candidato. Se trata de preguntas sensatas, que no deberían ser difíciles de responder.
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Además, el candidato pregunta cuáles son las condiciones laborales al superar la prueba (salario, horario, vacaciones, lo normal en culturizar trabajo). Estas preguntas encendieron todas las alarmas del empleador, lo que hace sospechar que tenía malas intenciones. Su respuesta fue tajante: “ya no hace falta que vayas”.
Ni corto ni perezoso, añade una explicación que para él debe tener mucho sentido, pero no así para el entrevistado: “Estas preguntas si las haces a otro empresario te aseguro que te rechazan. Buenas noches”, sentencia. Haciendo valer sus derechos, el camarero le responde que “nunca en mi vida laboral me han rechazado por preguntar las condiciones laborales. En una relación laboral se trabaja por un sueldo y no por amor al arte. Se pregunta para saber el horario, si me cuadra o no, por el salario, si me conviene o no. Vamos, cosas normales. Buenas noches”.
El camarero no se muerde la lengua
Tanta era la rabia que sentía el camarero que se atrevió a agregar un “así va España”, seguido de una acusación directa: “luego os quejáis de que no hay camareros que quieran trabajar. Una vergüenza”, dice desahogándose. A lo que el empleador responde con un “gracias” y un icono de un beso, de lo más irónico e informal.
Llevamos décadas luchando por nuestros derechos laborales, por una mayor conciliación y por mejores condiciones salariales y de trabajo. Pero hoy en día todavía nos encontramos ciertas ofertas de trabajo que, o bien rozan lo ilegal, o directamente eluden los derechos del trabajador sin vergüenza. Especialmente en el sector hostelero.