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¿Qué diferencias hay entre el café natural, mezcla y torrefacto?
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DE SABOR INTENSO

¿Qué diferencias hay entre el café natural, mezcla y torrefacto?

Es el protagonista principal de la mayoría de las mañanas para millones de personas en el mundo. Pero, al haber distintos tipos, ¿cuál es el mejor o el más recomendable?

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El café es una de las bebidas más consumidas en todo el mundo y en todas las culturas. Muchos no podrían vivir sin ese chute matutino de cafeína tan delicioso. En 2021, se consumieron a nivel mundial aproximadamente 170,5 millones de sacos de 60 kilos de café, una cantidad que va incrementándose año tras año. Al margen de sus propiedades estimulantes, tiene un sabor amargo que engancha y es el perfecto protagonista de grandes conversaciones entre amigos y compañeros.

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A la hora de hacerse con él en el supermercado, puede que te hayas equivocado alguna vez al adquirir uno que no sea mezcla o natural, llevándote el torrefacto. En ese caso, habrás querido devolverlo debido a su característico sabor amargo. El café natural, por lo general, se tuesta a partir del grano verde sin ningún tipo de añadido o ingrediente que influya en su sabor. El café torrefacto, por su parte, es el que se tuesta con jarabe de glucosa o con sacarosa, es decir, con azúcar. Por último, el café mezcla es el que lleva los dos tipos en un mismo paquete: el tueste natural y con glucosa o torrefacto.

Tipos de tueste

Ahora bien, estas son las diferencias simples. Según describe la página web Incapto, el café natural cambia de sabor según el método para tostarlo. Y, por ello, existen distintos métodos de tueste. Con el ligero, los granos adquieren poco brillo porque apenas se han liberado aceites. Tendrá aromas frutales y un tanto herbáceos, aunque estará más ácido y con una mayor dosis de cafeína.

El natural es más sano para el organismo debido a sus múltiples propiedades, aunque depende de la cantidad de azúcar que echemos

Por otro lado, con el tueste medio, el café ofrece sensaciones más amargas y una tonalidad marrón, intensificándose los aromas gracias a la caramelización de los azúcares, que ofrecen un sabor más cercano al caramelo o al cacao. Este es el que se utiliza, por ejemplo, en el mítico expreso servido en cafeterías. Por último, está el tueste oscuro, en el que se han desprendido todos los aceites naturales, lo que le da una textura mucho más espesa. Así, no tiene tanta cafeína, guarda menos aroma y acidez, pero tiene un sabor fuertemente amargo, como informan desde Directo al Paladar.

Foto: Si usas cafetera italiana, tienes que conocer este truco para sacarle el máximo provecho a tu café. (Pixabay)

En cuanto al torrefacto, se trata de un invento del empresario José-Gómez Tejedor, quien ideó un sistema basado en envolver los granos de café con azúcar. Se inspiró en los mineros cubanos y lo importó a nuestro país, pero como afirman desde las distintas webs especializadas, el experimento resultó ser un desastre. El azúcar se derrite y empieza su proceso de caramelización hasta que se quema. Y podemos hacernos una idea del sabor, que es parecido a cuando quemas un caramelo: tan dulce, tan dulce, que acaba resultando desagradablemente amargo. Si se mezcla además con una sustancia como el café ya licuado, queda demasiado fuerte.

No te excedas con la cantidad diaria de café: no solo te lo agradecerá tu hígado, sino que serás menos propenso a desarrollar ansiedad

El café mezcla, sin embargo, es una mezcla de los dos sistemas, el natural y el torrefacto, por lo que cuenta con semillas tostadas al natural y con azúcar. Este, sin duda, es el más consumido por la población española, con porcentajes entre ambos métodos de lo más variados. Y de entre estos tres tipos, ¿cuál sería el más saludable? Obviamente, el natural es el que contiene más propiedades beneficiosas para el organismo, aunque también hay que tener en cuenta otros factores como la cantidad de azúcar que le agregamos, que ya estaría contribuyendo a aumentar el riesgo de padecer diabetes de tipo 2.

Por ello, lo mejor sería apostar por beberlo sin azúcar o con algún edulcorante (no tiene por qué ser un edulcorante industrial, sino natural como miel, vainilla o coco). Para hacer más sana la ingesta, no te excedas con la cantidad diaria: no solo será más benevolente con tu hígado, sino que te hará más propenso a sufrir síntomas de ansiedad debido a sus altos niveles de cafeína.

El café es una de las bebidas más consumidas en todo el mundo y en todas las culturas. Muchos no podrían vivir sin ese chute matutino de cafeína tan delicioso. En 2021, se consumieron a nivel mundial aproximadamente 170,5 millones de sacos de 60 kilos de café, una cantidad que va incrementándose año tras año. Al margen de sus propiedades estimulantes, tiene un sabor amargo que engancha y es el perfecto protagonista de grandes conversaciones entre amigos y compañeros.

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