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Los 6 mitos nórdicos que todavía tienen influencia en nuestras vidas
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Los 6 mitos nórdicos que todavía tienen influencia en nuestras vidas

A veces, las costumbres y creencias se pierden con el paso del tiempo. En otras ocasiones, son capaces de perdurar hasta nuestros días

Foto: Árbol de Yggdrasil(Fuente: iStock)
Árbol de Yggdrasil(Fuente: iStock)

¿Perdurarán nuestras costumbres y nuestras historias durante siglos? ¿O se perderán en el tiempo? Esto lo pensamos ahora, y tal vez nuestros antepasados se preguntasen lo mismo. Curiosamente, muchas de las creencias pasadas, incluso de civilizaciones que ya no existen, han resistido el paso de las eras y todavía nos influyen día a día.

Por ejemplo, los mitos nórdicos, una época en la que la tradición oral mandaba sobre la escrita, una época de dioses y de leyendas. Todavía en la actualidad tenemos reminiscencias de esa manera de vivir y de esas creencias y, además, usamos su folklore para nuestro propio divertimento. Como cuenta la BBC, Carolyne Larrington, profesora de la Universidad de Oxford, ha lanzado un nuevo libro, ‘Los mitos nórdicos que moldean la forma en la que pensamos’, donde se explica la forma en la que los mitos nórdicos todavía existen en nuestra cultura.

Foto: Ulises dando vino a Polifemo (Fuente: iStock)

Podemos comenzar con el famoso árbol del mundo, Yggdrasill, que recordaba que el mundo no era infinito y que conectaba los nueve mundos. Actualmente, se sigue usando como metáfora de la conexión entre todos los seres vivos. Además, mientras que otras religiones achacan las plagas e inundaciones a la ira de un dios, en la mitología nórdica se tiene también en cuenta el impacto de los hombres, que dañan el árbol del mundo conforme prosperan, algo que resuena mucho con el panorama actual.

Sin dragones, la historia no es buena

Ya lo decía Tolkien, “una historia no merece ser contada si no hay dragones”. Y si algo abunda en los mitos nórdicos son los dragones. Poderosas criaturas capaces de volar y lanzar fuego que creaban el caos por donde pasasen. El famoso Níðhöggr era el dragón de Niflheim, en la mitología nórdica, enemigo de los dioses. Actualmente, una historia de fantasía suele tener dragones en ella, buenos o malos, pero dragones al fin y al cabo.

Es común tratar el tema del fin del mundo como castigo por nuestros pecados

El mito del fin de todos los tiempos es algo que los nórdicos tenían muy claro con el Ragnarok, la perdición de los dioses. Es claramente un reflejo del Armagedón cristiano. En la mitología nórdica, el Ragnarok termina con la batalla final entre dioses, demonios y gigantes, en el que el resultado es conocido: los dioses mueren. Así, el mundo será consumido por fuego y el hielo. Este concepto del fin del mundo se ha usado en series como ‘Juego de Tronos’, series, libros y canciones.

Por otra parte, la idea del destino es un pilar central de la mitología nórdica y ha perdurado hasta nuestros días. Se cree que cada persona tiene un destino que está escrito por los dioses. Este concepto ha sido utilizado como una forma de entender el mundo y las acciones de las personas. Incluso mucha gente emplea el destino como medio de resignación por las cosas que le ocurren, buenas y malas.

La masculinidad y los estereotipos

Al igual que las mujeres tienen sus propios estereotipos de belleza, que las persiguen con insistencia en todas los aspectos de la vida, los hombres han arrastrado el mito de la masculinidad desde hace siglos. En el mundo nórdico, la figura del guerrero vikingo representaba una lucha y una necesidad de equilibrio entre el heroísmo, el honor personal, el coraje y la apertura al amor. Nada que no sigamos viendo hoy en día en numerosas producciones literarias y audiovisuales.

Foto:  Mel Gibson y su novia Rosalind Ross. (Cordon Press)

Por último, y en relación con la masculinidad, no podemos dejar de nombrar el mito del superhéroe. El poderoso Thor, dios protector y modelo a seguir, es casi como un mantra que se repite cientos de veces a lo largo de la historia. Decenas de superhéroes basan su personaje en esta figura nórdica, defendiendo a los débiles y siendo un héroe de fiar. Y nos encanta.

¿Perdurarán nuestras costumbres y nuestras historias durante siglos? ¿O se perderán en el tiempo? Esto lo pensamos ahora, y tal vez nuestros antepasados se preguntasen lo mismo. Curiosamente, muchas de las creencias pasadas, incluso de civilizaciones que ya no existen, han resistido el paso de las eras y todavía nos influyen día a día.

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