¿Estamos llegando al límite de longevidad en humanos? La Edad Máxima de Gompertz
Las mejoras en la sanidad, la atención médica y la nutriciín han permitido que más personas lleguen a la vejez, pero... ¿habrá un tope?
Aunque la gente no suele llegar a tanto, hay un cierto grupo de individuos conocidos por su longevidad y el haber superado con creces el difícil número de 100 en sus cumpleaños. Algunos de estos bicentenarios son famosos, como Jeanne Calment, una francesa que murió con (supuestamente) 122 años, estableciendo un punto de referencia para la supervivencia humana.
Ese supuestamente señalado se debe a que no todo el mundo está convencido de la autenticidad del registro, pero de cualquier manera sabemos que hay personas que mueren en torno a los 115 años, por lo que la edad de Calment ha servido como un marcador aproximado. De las pocas decenas de personas que actualmente cuentan con más de 110 años, las probabilidades de que alguna de ellas cumpla 125 son escasas o nulas.
De las pocas decenas de personas que actualmente cuentan con más de 110 años, las probabilidades de que alguna de ellas cumpla 125 son escasas o nulas
¿Significa eso que hemos exprimido hasta la última gota de longevidad en nuestros genes? ¿Hemos llegado al tope y el ser humano no está preparado para vivir más, por mucho que hayan mejorado las condiciones higiénicas y los medicamentos? Si bien ahora hay más centenarios que nunca, el techo de supervivencia parece estancado y no ha habido grandes avances desde el pasado siglo.
Según informa 'Science Alert', McCarthy y Wang utilizaron datos de mortalidad de cohortes de nacimientos en la base de datos de mortalidad humana, empleando un enfoque estadístico bayesiano para analizar la esperanza de vida de los nacidos en el mismo año en 19 países actualmente industrializados. Dado que el número de personas que viven hasta una edad tan madura es algo limitado estadísticamente, el dúo aplicó una función conocida como la ley de Gompertz para estimar mejor la edad en la que se podría esperar que cualquier individuo alcance por primera vez una supuesta meseta de mortalidad.
Esta 'Edad Máxima de Gompertz' (o GMA por sus siglas en inglés) teóricamente debería insinuar un límite superior para la vida humana. Si la GMA es bastante constante de una cohorte a la siguiente, podemos suponer que existe una edad máxima. Los avances en la ciencia médica podrían ayudar a más personas a evitar enfermedades y recuperarse de lesiones, pero la distribución de edades en las que morimos se reducirá, simplemente, a un rango más pequeño.
Por otro lado, si se descubriera que GMA aumenta entre cohortes, podría haber una razón para sospechar que la mortalidad se está 'posponiendo', lo que significa que si hay un límite en la vida útil programado en nuestra biología, todavía no hemos llegado. A lo largo de la historia, parece que la GMA se ha mantenido relativamente estable. Las mejoras en la sanidad, la atención médica y la nutrición han permitido que más personas lleguen a la vejez, aunque hay ciertos periodos en los que se han dado excepciones.
A lo largo de la historia, parece que la Edad Máxima de Gompertz se ha mantenido relativamente estable
Por ejemplo, las personas nacidas en décadas posteriores a mediados del siglo XIX, cuando el GMA saltó alrededor de cinco años. Todavía no está claro el motivo, pero el aumento fue más pronunciado entre las mujeres por alguna razón. También describe a las personas que alcanzaron su centenario antes de 1980, lo que hace posible que las mejoras significativas en la tecnología médica y las medidas de salud pública puedan ser responsables.
Un salto mucho más significativo en GMA parece estar ocurriendo entre las personas nacidas entre 1910 y 1950. Actualmente, con edades entre 70 y 110 años, podríamos anticipar un aplazamiento de la mortalidad equivalente a alrededor de diez años, lo que implica que al menos algunos jubilados podrían llegar al final, novedades del año 2060 por celebrar unos cumpleaños muy adelantados.
Los avances en la medicina y el acceso a la asistencia social podrían permitir que algunos de nuestros descendientes agreguen décadas a nuestras vidas
Las tendencias también podrían ayudar a explicar por qué los registros parecen haberse estancado en las últimas décadas. Es posible que los cambios sociales que conducen al aplazamiento de la mortalidad no afecten a todas las cohortes por igual, lo que significa que aquellos que tienen la edad suficiente para haber batido récords de longevidad pueden ser demasiado mayores para beneficiarse de las medidas que conducen a un posterior aplazamiento.
Tomados en contexto con otros estudios, los avances en la medicina y el acceso a la asistencia social podrían permitir que algunos de nuestros descendientes agreguen décadas a nuestras vidas. Pero no inviertas todavía en velas de cumpleaños, las conclusiones del estudio se basan en numerosas suposiciones y especulaciones, una de las cuales es la relación entre la atención médica y un posible aplazamiento de la mortalidad.
Lejos de ser un motivo de esperanza, el estudio podría servir como una advertencia. No solo podríamos tener más personas alcanzando edades más elevadas, obligadas a enfrentar los desafíos que trae consigo la vejez, una disminución en el crecimiento de la población significa menos apoyo de una comunidad joven. Como se vio en el impacto devastador de la pandemia en las personas mayores, es posible que la sociedad no esté preparada para una esperanza de vida récord.
Aunque la gente no suele llegar a tanto, hay un cierto grupo de individuos conocidos por su longevidad y el haber superado con creces el difícil número de 100 en sus cumpleaños. Algunos de estos bicentenarios son famosos, como Jeanne Calment, una francesa que murió con (supuestamente) 122 años, estableciendo un punto de referencia para la supervivencia humana.