Sentía que estaba embarazada de diez niños, pero tenía un tumor de 47 kilos
Una joven de 20 años que tenía miedo de ir al médico por su exceso de peso salva su vida después de que le detectaran un tumor gigante en un ovario
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A pesar de que Allison Fisher solo tiene 20 años, su vida era un calvario. Había tenido problemas de obesidad desde que era una niña y odiaba ir al médico porque, ya fuera por un resfriado o por un esguince de tobillo, siempre escuchaba las mismas palabras: "Tienes que adelgazar". Sin embargo, esa decisión de no querer ir a un hospital ha estado a punto de costarle la vida.
Los problemas de Allison se agravaron a los 16 años: su padre murió y ella dejó de cuidarse. Su salud pasó a un segundo plano y en 2020 las cosas empeoraron: primero con un sangrado irregular, después con el regreso de sus dolores de estómago. Pero, aunque su ciclo menstrual irregular duró casi un año, no hizo caso: "También fue el apogeo de la pandemia y estaba aterrorizada de salir de casa. No quería encontrar médicos. Tampoco tenía seguro médico, así que, simplemente, ignoré mis problemas por completo".
Lógicamente, las cosas empeoraron hasta el punto de que Allison no podía permanecer de pie más de 5 minutos ni conducir su coche debido a que su estómago no paraba de crecer. Reconoce a la CBS que "sentía como si estuviera embarazada de 10 niños. No podía acostarme boca abajo. Sentía como si todos mis órganos estuvieran siendo aplastados".
Un quiste de casi 50 kilos
Finalmente, en octubre de 2022, Allison decidió ir al médico. Eligió el hospital St. Vincent's Riverside, un centro católico de Jacksonville, en el estado norteamericano de Florida. Allí fue atendida por el doctor Martin Martino, el cirujano oncológico ginecológico que le ha salvado la vida. Porque cuando le hicieron las pruebas necesarias para ver qué le ocurría, descubrieron que tenía un tumor en un ovario de 47 kilos de peso.
Allison tenía miedo de ir al médico porque siempre le decían que tenía que adelgazar
El doctor Martino reconoce que nunca habían visto un tumor de ese tamaño, pero utilizaron la robótica para poder extirparlo con garantías. Además, aprovecharon para comprobar que el otro ovario de la paciente estuviera en buenas condiciones y descubrieron que "estaba torcido 3 veces. Pero tenía unos 10 centímetros, lo que nos ayudó a poder desenroscarlo y salvar su futura fertilidad y la posibilidad de tener hijos".
Allison se ha reunido ahora con el equipo médico que le salvó la vida en el hospital y asegura que, en adelante, espera poder hacer las cosas que, hasta ahora, no había podido. Además, ha querido aprovechar para mandar un mensaje a las personas que se encuentran en una situación similar a la suya: "Hay personas que están en mi lugar, personas más grandes, que tienen mucho miedo de ir al médico por su peso. Solo quiero que sepan que no deben tener miedo".
A pesar de que Allison Fisher solo tiene 20 años, su vida era un calvario. Había tenido problemas de obesidad desde que era una niña y odiaba ir al médico porque, ya fuera por un resfriado o por un esguince de tobillo, siempre escuchaba las mismas palabras: "Tienes que adelgazar". Sin embargo, esa decisión de no querer ir a un hospital ha estado a punto de costarle la vida.