¿Por qué limpio la cocina y la sigo viendo sucia? Los 6 detalles que no estás teniendo en cuenta

La cocina es el centro del hogar, en el sentido de que es el espacio en el que los convivientes se reúnen para hacer algo que ensucia tanto como es el hecho de cocinar o, lo que es lo mismo: algo tan engorroso como preparar y tratar alimentos. Los fluidos, olores y gases que no hay en el resto de compartimentos del hogar están en la cocina. Esto quiere decir que, cuando limpiamos la casa, debemos prestar un cuidado especial a este espacio, más que en cualquier otra habitación.

Dependiendo de lo maniático que seas o del nivel de cuidado que pongas en la limpieza de la cocina, te parecerá más o menos sucia cuando la termines de limpiar. Barrer, fregar el suelo y las mesas, eliminar los restos de comida de la vitrocerámica, quitar la grasa de la campana extractora... hay un montón de subtareas asociadas al hecho de eliminar la suciedad de la cocina que pueden pasarse por alto.

Cierra bien las puertas de las estanterías cada vez que las uses. Si está abierto porque no hay puertas, no lo llenes en exceso

Si ya has hecho todas estas tareas y te sigue pareciendo que ha quedado sucia, tal vez sea por otros motivos que entroncan más con lo psicológico o la propia distribución que tenemos de la cocina. La revista de cuidado del hogar Better Homes ha elaborado una lista de elementos que pueden estar interfiriendo en tu cabeza y que te hacen seguir viendo la cocina igual o más sucia tras haber pasado el trapo y la fregona. Y sí, también algunos de estos puntos tienen que ver con no haber limpiado lo suficiente.

Usar tu nevera como un tablón de anuncios

Sí, los típicos imanes y souvernirs de nuestros viajes quedan estupendamente. Pero si a ellos le añades calendarios, papeles, fotos post-its, recordatorios y demás enseres, en realidad genera una sensación caótica de elementos que bloquean tu cabeza. Ni se te ocurra pegar las facturas y recibos que tienes por pagar o que has pagado ya y tíralos a la basura. Intenta que tenga una decoración más minimalista.

No está lo suficientemente iluminada

No hay nada más claustrofóbico que una cocina oscura. Si las bombillas hace mucho que no las cambias (y alguna de ellas ya no funciona) o no usas unas adecuadas, a lo mejor un cambio en la iluminación hace que la cocina se sienta más limpia y confortable. Todo influye para imprimir sensación de limpieza y confort.

Los estantes no están cerrados

Seguramente más de uno reconozca que tiene TOC cada vez que ve las estanterías con las puertas abiertas. Ciérralas bien cada vez que las uses. Si no hay puertas y el estante está abierto, no lo llenes en exceso: serán más fáciles de limpiar y a la vez no imprimirán una sensación de caos de elementos.

Almacena bien los elementos

A lo mejor tienes un escurridor para que se sequen los platos una vez fregados justo al lado del fregadero. O las especias, la sal y la pimienta cerca de la vitrocerámica. Piensa que cuantos más objetos haya a la vista, habrá una mayor sensación de descontrol. Si todo tiene su lugar, y ese lugar está bien compartimentado y cerrado, parecerá que existe más orden y limpieza.

Dejar el estropajo y las bayetas por ahí tiradas

Los estropajos y las bayetas de la cocina son algunos de los artículos que más suciedad contienen, así que lo mejor será no ver los manchurrones nada más entres. Acostúmbrate a limpiarlas con lejía de vez en cuando o al terminar de fregar, y sobre todo establece un recipiente adecuado para guardarlas cuando no las estés usando.

Vigila el cableado de los electrodomésticos

Ya no como finalidad estética, sino por mera seguridad. Del mismo modo, en dichos electrodomésticos también tienden a llenarse de manchas y suciedad. Limpia bien su aspecto, tanto interior como exterior. Por más que friegues el suelo o la encimera, si hay rastros de alimentos o fluidos por el microondas o la lavadora, la cocina seguirá igual de sucia.