El país en el que los padres estresados tienen derecho a tres semanas de "vacaciones"

Alemania es, posiblemente, el único país del mundo en el que los padres con dificultades tienen derecho legal a un kur, un retiro de salud de unas tres semanas de duración, cada cuatro años. El kur tiene que ser recetado por un médico y es financiado, principalmente, por el seguro. Incluye la estancia en una clínica, las comidas, el cuidado de los niños y la realización de actividades y terapias personalizadas como meditación, terapia de conversación, relajación muscular o consejos para llevar una rutina más saludable, así como yoga o marcha nórdica.

Este retiro se puede solicitar no solo para tratar un problema de salud, sino también como una medida preventiva, ya que son muy efectivos para evitar que problemas relativamente leves se conviertan en complicaciones mucho más serios. Sin embargo, el impacto de la pandemia y los confinamientos ha empeorado la situación y ha hecho saltar las alarmas por la creciente demanda de estos retiros.

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El estrés, la tensión y la presión en el ámbito laboral y familiar del día a día está empeorando y muchas de las personas que llegan a estas clínicas más que prevención necesitan un tratamiento. Entre los problemas más comunes está la ansiedad, el insomnio o síntomas depresivos, a los que se unen problemas físicos como dolores de espalda o de rodilla. Estos retiros sirven para desconectar, pero también para comenzar un trabajo personal más profundo para revertir la situación.

Enfoque terapéutico

La creadora de estos retiros fue Elly Heuss-Knapp (1881-1952), política y esposa del entonces presidente de Alemania, Theodor Heuss (1884-1963). Tras la Segunda Guerra Mundial fundó la Müttergenesungswerk, algo así como un asilo para madres convalecientes con el que que trataba de dar apoyo a las madres agotadas que sufrían los efectos de la guerra y la desnutrición, mientras cuidaban a sus hijos y esposos traumatizados por el conflicto bélico.

Hoy en día el agotamiento de los padres genera un distanciamiento emocional de los hijos y puede derivar en riesgo de abandono infantil o de violencia contra los niños ante la sensación de impotencia e ineficacia de los padres para atender correctamente a sus vástagos. Una situación que, además, puede afectar a los niños y desarrollen diversos problemas de conducta y comportamiento o de salud.

Estos retiros intentan, por tanto, que la carga de cuidar a los hijos sea llevadera. Además, hay que añadir la presión social y las expectativas de lo que se espera de una familia o la doble responsabilidad de tener que encargarse de la asistencia de niños y los padres ancianos, algo que, a la larga puede derivar en una enfermedad.

Los retiros ayudan a conectar con los hijos y lidiar con conflictos familiares desde otro prisma

Obviamente, un retiro de tres semanas no hará desaparecer por arte de magia estos problemas, pero puede traer beneficios duraderos a largo plazo ya que tienen un enfoque terapéutico, sin el cual este descanso no serviría de nada. Lo recomendable, según los expertos es repetir el retiro cada pocos años si los problemas de salud reaparecen o empeoran, hacer un seguimiento y brindar apoyo a los padres para que lo usen en su vida cotidiana. Todo ello redunda en un mejor aprendizaje de uno mismo, a conectar con los hijos y lidiar los conflictos familiares desde otra perspectiva.