La pestaña oculta de tu lavadora que te permitirá limpiarla y mantener tu ropa como nueva

La lavadora es un electrodoméstico imprescindible en nuestros hogares. Nos lava la ropa sin tener que hacer mayor esfuerzo que colocarla en el tambor y llenar el cajetín con suavizante y detergente. Antes teníamos que lavar a mano la ropa, con la incomodidad y la pérdida de tiempo que eso suponía. Si no queremos volver a la época de frotar la ropa a mano, hay que cuidar muy bien de nuestra lavadora para que tenga una avería y tarden varias semanas en repararla.

Normalmente, tras cada lavado, secamos la goma de la lavadora para que no se pudra. Cambiar esa pieza en concreto es todo un fastidio y, si la secamos cada vez que usamos el electrodoméstico, conseguiremos que dure más tiempo en perfecto estado. Incluso un par de veces al año abrimos el compartimento del filtro para limpiarlo y sacar los objetos atascados.

Cómo limpiar la lavadora por dentro: trucos para evitar que el tambor huela mal

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Sin embargo, hay una parte de la lavadora que no caemos en la cuenta de lavar: el cajetín. Aunque le pasemos una gamuza para secarlo, no podemos limpiarlo por completo y hay partes ocultas en las que se acumulan verdaderos ecosistemas de suciedad, humedad y moho. ¿Por qué te crees que tu ropa huele mal y no queda limpia del todo? Para acceder a todas las partes del cajetín, debemos sacarlo de su sitio pulsando el botón o pestañita que viene en el cajetín, el que hace que se bloquee en su lugar y no se salga.

Hay que limpiarlo cada semana

Al presionar o levantar esta pestaña, depende del modelo de tu lavadora, podrás extraer el cajetín. Ahora revisa tanto la pieza como el lugar donde se introduce. Verás que hay zonas realmente sucias y llenas de moho, con acumulación de una mezcla de suavizante y detergente que comienza a solidificarse. Todo eso hay que retirarlo y limpiarlo cuanto antes para que no emboce los conductos de tu lavadora.

Si limpias cada semana el cajetín de tu lavadora, te costará menos esfuerzo hacerlo

Lo mejor es emplear un paño empapado en lejía y enjuagar bien. También puedes usar una mezcla de limón y agua. En cualquier caso, asegúrate de enjuagar bien el cajetín y el compartimento interior, para no dañar ninguna pieza de la lavadora. Una vez todo limpio, vuelve a presionar la pestaña o botón del cajetín y móntalo todo de nuevo en su lugar.

Verás como en la siguiente colada tu ropa sale con un buen aroma, más limpia y sin olor a humedad. Si limpias cada semana el cajetín de tu lavadora, te costará menos hacerlo y mantendrás el aparato funcionando a pleno rendimiento durante más tiempo. Y, sobre todo, disfrutarás de tus prendas como recién compradas.