Es noticia
Cómo detectar a un psicópata, un narcisista o un antisocial
  1. Alma, Corazón, Vida
Hazlo a tiempo

Cómo detectar a un psicópata, un narcisista o un antisocial

Vivimos entre ellos, pero no se ven a simple vista. Repasamos algunas de las claves que determinan que alguien cercano tiene un trastorno de personalidad antisocial

Foto: Mucha gente les ven como santos, pero en secreto son tiranos, narcisistas y egoístas. (iStock)
Mucha gente les ven como santos, pero en secreto son tiranos, narcisistas y egoístas. (iStock)

A veces, las personas no son un libro abierto, sino un intrincado laberinto que no nos conviene transitar. Según vamos conociendo a alguien, advertimos rasgos de su personalidad que nos resultan familiares o atractivos en el mejor de los casos. Pero de repente, de un día para otro, nos sorprende con algo que no esperábamos y que no entra en nuestras coordenadas sociales. A Marion, la protagonista de la célebre Psicosis, seguramente le pareció "majo" (ese adjetivo comodín que se usa cuando alguien nos cae simplemente bien) ese joven alicaído llamado Norman Bates.

No podía imaginar por nada del mundo lo que escondía en las profundidades de su casa hasta el final. Este relato de terror tan prototípico, cuyo clímax es algo tan cotidiano como una ducha, es obviamente ficción; pero cuántos y cuántas se habrán topado en algún momento de su vida con un Norman Bates y no han sabido verlo a tiempo, aunque no haya que llegar a cotas de psicopatía tan altas.

Para ellos, no habrá un atisbo de culpa en sus acciones, aunque sepan que han obrado mal y que su actitud es reprochable

También están los narcisistas, los cuales pueden hacernos la vida muy difícil en caso de que les dejemos entrar en nuestra vida, lo cual es bastante fácil si te encuentras en un momento de tu vida inseguro o carente de energía. "El trastorno de la personalidad narcisista es cuando una persona tiene un sentido desmesurado de su propia importancia, una necesidad profunda de atención excesiva y admiración, relaciones conflictivas y una carencia de empatía por los demás", recuerda la Clínica Mayo.

Ni culpa ni principios morales

Lo que tienen en común el narcisismo o la psicopatía es que se engloban dentro de los trastornos de personalidad antisocial, los cuales surgen cuando una persona no es capaz de distinguir el bien y del mal (desechando principios morales) o ignora y desprecia los derechos y sentimientos de los demás. Puede ser como causa de una desmesurada egolatría (narcisismo) o por una ausencia de empatía y concepto de moral (psicopatía).

Foto: Fuente: iStock.

Ahora bien, ¿cómo detectar a una persona que reúne estos rasgos? Muchas veces vienen enmascarados en otro tipo de actitudes más relajadas. Por ejemplo, tienden a ser unos manipuladores natos, puede ser bien de manera directa a través del engaño consciente o por formas más sutiles como el chantaje emocional. Si alguien en tu círculo cercano siempre te está reprochando cosas, sobre todo aquellas que todavía no han sucedido, ándate con ojo, puede que esté tratando de manipularte usando el arma más poderosa que existe: las emociones.

Niegan la verdad a ultranza

Otro rasgo que caracteriza a los narcisistas o psicópatas es su impulsividad, lo que puede derivar en comportamientos agresivos o imprudentes. Esto es muy peligroso, sobre todo, cuando ponen a otros en riesgo de manera innecesaria. Y esto nos lleva a otra de las características que más sirven para detectar a un psicópata: su falta de arrepentimiento cuando saben a ciencia cierta que sus actos han provocado un daño. Para ellos, el fin justifica los medios, por lo que en ellos no habrá un atisbo de sentimientos de culpa. Aun sabiendo que han obrado mal y que su actitud es reprochable, no harán nada por intentar solucionar o paliar el daño causado.

Si sabes a ciencia cierta que no para de mentirte y sigues ahí es porque ha conseguido su objetivo: tenerte atado y manipulado

El comportamiento más útil de cara a reconocer a un manipulador nato es pillarle con sus propias mentiras y aun así que siga negando la verdad o contrarrestando ese engaño con más mentiras. Si te has encontrado en situaciones así, bien te vale desconfiar. Al principio puede que colara, pero una vez les pillas, la confianza se resiente. Y cuando sientes que todo lo que sale por su boca son mentiras, y aun así sigues pegado a él o a ella, lo mejor es que cortes cuanto antes por lo sano: si objetivamente no para de mentirte y sigues ahí es porque ha conseguido su objetivo, el hecho de caer en sus redes de manipulación para que le exculpes incluso cuando tienes la verdad delante.

A veces, las personas no son un libro abierto, sino un intrincado laberinto que no nos conviene transitar. Según vamos conociendo a alguien, advertimos rasgos de su personalidad que nos resultan familiares o atractivos en el mejor de los casos. Pero de repente, de un día para otro, nos sorprende con algo que no esperábamos y que no entra en nuestras coordenadas sociales. A Marion, la protagonista de la célebre Psicosis, seguramente le pareció "majo" (ese adjetivo comodín que se usa cuando alguien nos cae simplemente bien) ese joven alicaído llamado Norman Bates.

Psicología
El redactor recomienda