Si analizamos estas pinceladas que hemos dado sobre el cáncer de hígado, nos encontramos con una paradoja: se trata de un cáncer que en muchos casos es prevenible; aun así, es la tercera causa principal de muerte por cáncer y es uno de los cánceres en los que la mortalidad va aumentando. ¿Qué está fallando?
“Está fallando la prevención”, explica Eva Pérez Bech, presidenta de la Federación Nacional de Enfermos y Trasplantados Hepáticos (FNETH). “Es crucial atajar el impacto de las enfermedades hepáticas. Y no se trata solo de las hepatitis virales: parece que no se le está prestando suficiente atención al hígado graso no alcohólico, que no deja de crecer debido a unos hábitos de vida poco saludables: obesidad, consumo de comidas grasas, sedentarismo…”.
Trasplantada de hígado en 1995, Pérez Bech conoce en primera persona el cáncer de hígado y sus consecuencias, tanto físicas como psicológicas y sociales. “Uno de los problemas es el de la invisibilidad. Yo siempre digo que de lo que no se habla, parece que no existe, y del cáncer de hígado rara vez se habla. Ni en público ni en privado”. Porque en torno a esta enfermedad, asegura, se ha creado un estigma que favorece su ocultación. “Lleva toda la vida el estigma del mal vivir, como si fuera una enfermedad de personas con hábitos poco recomendables”. Acostumbrada al trato con los pacientes, explica que hay muchos que “ocultan que tienen cáncer de hígado. Prefieren decir que tienen cáncer de estómago y lo hablan solo en el entorno más cercano”.
Llovet, et al. Nature Reviews Disease Primers 2021.
Lleva toda la vida el estigma del mal vivir, como si fuera una enfermedad de personas con hábitos poco recomendables.
Hay muchos pacientes que ocultan que tienen cáncer de hígado. Prefieren decir que tienen cáncer de estómago y lo hablan solo en el entorno más cercano.
La vida con cáncer de hígado no es sencilla, reconoce, “sobre todo, cuando lo unimos a ese mal pronóstico que hemos tenido hasta hace muy poco tiempo. Ahora parece que comienza a haber una pequeña luz con los nuevos tratamientos, parece que podemos empezar a tener más esperanzas”. Pero lo crucial es, asegura, luchar para evitar llegar a ese punto en el que el tratamiento y la curación se hacen tan difíciles: “Es necesario un plan de actuación y prevención en cáncer de hígado, de forma que se llegue al diagnóstico precoz”.
El diagnóstico precoz es, precisamente, el caballo de batalla en la lucha contra este cáncer. “Si se detecta a tiempo, se consigue un alto incremento en las tasas de supervivencia de los pacientes a cinco años. Hay que estar encima de todas las enfermedades hepáticas crónicas”. Es la petición que hacen desde la FNETH, así como la importancia de la equidad en el acceso a los medicamentos y a los tratamientos más avanzados. “Que tu código postal no determine la calidad de tu atención”.
Entretanto, Eva Pérez Bech y el resto de quienes forman parte de FNETH continúan con ese día a día de acompañamiento a pacientes. “Estamos para decirles ‘yo soy tu reflejo; yo he estado allí, cualquier cosa que me cuentes, yo también la he vivido’. Es un papel fundamental: no juzgar, sencillamente sentarte a su lado y ayudarles, tanto a ellos como a los familiares”.