Es noticia
¿Por qué el magenta es un color que no existe?
  1. Alma, Corazón, Vida
curiosidades

¿Por qué el magenta es un color que no existe?

¿Qué pasa cuando un color no tiene una representación de longitud de onda? ¿No podemos verlo? Pues eso es lo que le sucede a este curioso color

Foto: (iStock).
(iStock).

La manera en la que vemos el mundo está irremediablemente ligada a nuestros sentidos, de eso no hay ninguna duda. Nunca podremos saber si la forma en que cada uno observa el mundo es individual o general (¿cómo saber si tú experimentas lo mismo que yo?). Por ello mismo triunfan tanto los trucos que juegan con nuestra vista, como el meme del vestido blanco y dorado o azul y negro.

Y si hay un color curioso y paradigmático es el magenta. Quizá porque, en realidad, no es un color. O expliquémonos mejor: podríamos decir que los colores están en nuestra cabeza porque funcionan de la siguiente manera; cuando la luz llega a la retina, esta distingue la longitud de onda que compone dicha luz y el cerebro la interpreta como un color.

Cuando la luz llega a la retina esta distingue la longitud de onda que compone dicha luz y el cerebro la interpreta como un color

Pero, ¿qué pasa cuando un color no tiene representación de longitud de onda? Hay que señalar que además, todo color tiene su complementario, que viene a ser el opuesto (si has estudiado pintura sabrás que el amarillo es complementario del azul, el blanco y el negro también, pero al no tener color no salen en el círculo cromático, etcétera), menos el verde. Esto significa que cuando llega a nuestro cerebro más de una longitud de onda, el cerebro las suma (si nos llega una roja y una verde, el cerebro las sumará para dar lugar al amarillo, en el centro de ambos, aunque tenga su propia longitud de onda).

Sin embargo, el magenta no tiene una representación de longitud de onda. Entonces no deberíamos verlo, ¿no? ¿Qué pasa exactamente?

El magenta está compuesto por dos longitudes de onda, una de la zona del rojo y la otra del violeta. Nuestro cerebro interpreta libremente, mezclándolos, y se inventa ese color

Pues pasa que el magenta está compuesto por dos longitudes de onda, una de la zona del rojo y la otra del violeta. Nuestro cerebro interpreta libremente, mezclando ambos, y se inventa (literalmente) el color. La otra opción sería obtener el verde, que no tiene mucho sentido, por lo que acaba inventando ese color. Y de cualquier manera, si echas un vistazo a internet, comprobarás que la gente no parece ponerse muy de acuerdo en lo que es el verdadero magenta.

Foto: Fuente: iStock.

Por lo tanto, experimentar un color es en realidad algo que está en nuestra mente. Igual que esos sinestésicos que mezclan sentidos y son capaces de oler la música o saborear los colores. La pregunta que queda en el tintero es si podrán hacer algo ellos mismos con un color que en la práctica no existe, aunque nuestros ojos lo crean.

La manera en la que vemos el mundo está irremediablemente ligada a nuestros sentidos, de eso no hay ninguna duda. Nunca podremos saber si la forma en que cada uno observa el mundo es individual o general (¿cómo saber si tú experimentas lo mismo que yo?). Por ello mismo triunfan tanto los trucos que juegan con nuestra vista, como el meme del vestido blanco y dorado o azul y negro.

Noticias Curiosas
El redactor recomienda