¿Apología del canibalismo o broma macabra? Carne humana contra el cambio climático

El mundo está loco y necesita de soluciones desesperadas. Nunca ha habido tanta afluencia de organizaciones filantrópicas, grupos de expertos, fundaciones y asociaciones sin ánimo de lucro destinadas a frenar el cambio climático y sus consecuencias. En este contexto ha emergido en la red un nuevo proyecto que sin ningún reparo pide abiertamente que dones tu cuerpo para que sea consumido por otras personas con el objetivo de reducir el hambre en el mundo y la contaminación que producen las grandes industrias cárnicas.

"Un solo cuerpo puede alimentar hasta cuarenta personas", es el lema del Human Meat Project (HMP), que en su página web incluye vídeos introductorios y textos blanqueando el canibalismo, en lo que parece ser un absoluto troleo a toda esta serie de organizaciones humanitarias que buscan la captación de socios para causas justas. "A lo largo del tiempo, la población humana se ha incrementado rápidamente en todo el planeta, lo que ha provocado una mayor demanda de alimentos, especialmente de productos cárnicos", se puede leer. "Con esta creciente demanda, se ha vuelto más difícil de encontrar tierra para zonas residenciales y las emisiones de las granjas han crecido cada año, lo que ha provocado que la vida que llevemos sea menos sostenible. Creemos que donando cuerpos y órganos podremos cambiar las cosas, creando opciones alternativas al consumo de carne, al tiempo que se tiene en cuenta el valor del cuerpo de una persona".

"Se trata de arte conceptual para concienciar al público para que lea los términos y condiciones de las páginas "

Vale, resulta difícil de creer que este tipo de organizaciones pueda ser legales o, como mínimo, obtener todas las licencias para su actividad. Obviamente, no las tiene, y solo hace falta ir a sus términos y condiciones para leer que se trata de una "obra de arte conceptual" destinada a "dar a entender la importancia de aceptar los términos y condiciones de cualquier servicio", como corroboró una noticia de Associated Press que se hizo eco de la historia del HMP. "No se llevará a cabo en la vida real", se puede leer en dicha sección. "El objetivo de nuestro proyecto es concienciar sobre los derechos del usuario en todas las aplicaciones y plataformas digitales que están sujeta a la política de términos y consentimiento. Se trata de un proyecto de arte conceptual que anima al público a leer los términos y condiciones para mostrar cómo las empresas limitan nuestros derechos de privacidad en los servicios que prestan".

TikTok hizo el resto

Entonces, ¿por qué se hizo tan noticiosa esta asociación si tan solo es una broma con cierto regusto macabro? Como es obvio, por las redes sociales, y en este caso en concreto una cuenta de una joven en TikTok que encontró la página y describió horrorizada la misión de dicha organización. "Pensaba que era una broma hasta que empecé a indagar un poco más y me di cuenta de que era real", asegura la usuaria con música siniestra de fondo. Esto nos puede ofrecer una lectura crítica de cómo funciona nuestro mundo hoy en día (más allá de la misión de la HMP) en plena era de la desinformación: basta con que alguien afirme algo y se haga viral, para que todo el mundo lo crea sin contrastar ni investigar absolutamente nada.

"Cristóbal Colón trajo consigo lo que podrían considerarse las primeras pruebas de prácticas caníbales en la civilización moderna"

Por otro lado, el caso de la Human Meat Project también admite otra reflexión, y es sobre hasta qué punto estamos dispuestos a creer en algo ya de por sí disparatado. Más allá de las prohibiciones legales que se dan por supuestas sobre el canibalismo (y que recoge la legislación de la ONU como explica la propia web en sus términos y condiciones), a lo largo y ancho de la plataforma se ofrecen argumentos a favor del consumo de carne humana de lo más descabellados que, como está visto, pueden llegar a ser potencialmente creíbles. Y curiosamente, atañen a los españoles, ya que el origen etimológico de la palabra "caníbal" está estrechamente relacionado con el colonialismo español.

"La práctica del canibalismo no es una rareza en los seres vivos", reza la página web en su sección La carne humana como fuente de alimento. "Tanto en el reino animal como en el humano ha existido el consumo de la propia especie. Durante el descubrimiento del Nuevo Mundo, Cristóbal Colón trajo consigo lo que podrían considerarse las primeras pruebas de prácticas caníbales en la civilización moderna. La palabra caníbal procede del nombre que los españoles daban a los caribes", lo cual es cierto.

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"Los españoles acusaron a las tribus caribeñas de consumir ritualmente a sus enemigos, pero los estudiosos actuales dudan de que realmente ocurriera. Ellos especulan que los caribes libraban una batalla anticolonial contra las potencias europeas. Muchos historiadores sostienen en el presente que los rumores de canibalismo no eran más que una táctica propagandística de los españoles para crear miedo, usándose el término caníbal como término despectivo para describir a los pueblos tribales y nativos, convirtiéndose en un insulto étnico indirecto". Esta última explicación no es del todo cierta, aunque por lo que parece representa una sátira de la práctica del revisionismo histórico, tan en boga en nuestros días.

Como decíamos, el Human Meat Project refleja la locura de los tiempos en lo que estamos inmersos. Al margen de la burla a organizaciones filantrópicas que parece esgrimir su puesta en escena (fotos de familiares felices o hasta un joven entrenando en un gimnasio con una pierna robótica porque suponemos que ha donado la suya para servir de alimento a otros), aparece esa ingenua credulidad por parte de la comunidad online y facilidad para escandalizarse con algo que a todos ojos reluce como una broma. El problema no es tanto de la cantidad de desinformación que hay por Internet, sino las actitudes de la gente que inmediatamente se suman al rebaño y al murmullo digital sin comprobar nada, ni mucho menos leer los términos y condiciones de las páginas web que visitan.