El origen de la ternura: ¿por qué hay cosas que a todo el mundo le parecen 'monas'?

¿Qué tienen en común 'baby' Yoda, un niño mofletudo de dos años, un samoyedo y uno de los componentes de BTS? Todos ellos son monos, 'kawaii', nos hacen poner la misma cara cuando los vemos, mientras señalamos "oooh" o "awww". El mundo está lleno de cosas susceptiblemente capaces de ser monas, tanto es así que hace poco dos investigadores (O'Neil y Shiota) han decidido llevar a cabo una investigación al respecto.

Y las conclusiones son bastante curiosas, informa 'Psychology Today'. Por ejemplo, descubrieron que ese 'awww' y 'oooh' que nos sale cuando vemos la foto de un gatito particularmente adorable es algo global. Es decir, que distintos grupos en Estados Unidos, Asia oriental y Medio Oriente podían detectar con precisión esta expresión y diferenciarla de otras expresiones faciales. Lo que significa que los seres 'kukis' generan una respuesta emocional distinta en nosotros

Hay rasgos comunes: nariz y boca pequeñas y muy agrupadas, frente alta y mejillas grandes, ojos grandes, extremidades cortas y rechonchas...

Pero, ¿qué hace que algo sea mono? ¿Por qué todo el mundo se vuelve loco viendo a baby Yoda? Parece que hay respuestas concretas: rasgos suaves y redondeados; nariz y boca pequeñas y muy agrupadas; frente alta y mejillas grandes; ojos grandes; extremidades cortas y rechonchas o incapaz para alcanzar las propias metas... todo eso consigue que alguien parezca mono. Pensando en bebés, cachorros o incluso robots graciosos parece que comenzamos a ver un patrón.

La ternura, factor clave

Y resulta que cuando encontramos algo o alguien que nos parece lindo, nos dan ganas de ayudarlo, protegerlo y nutrirlo. La evolución parece habernos programado para responder de esta manera, probablemente porque aumenta las probabilidades de que nuestros hijos sobrevivan y, por lo tanto, continúen transmitiendo nuestros genes. De hecho, podríamos pensar que ser adorable es como una especie de superpoder que poseen los bebés (o cachorros), un poder que les ayuda a obtener protección, alimentos y otros recursos.

Podríamos pensar que ser adorable es como una especie de superpoder que poseen los bebés (o cachorros). Un poder que les ayuda a obtener protección, alimentos y otros recursos

Curiosamente, una investigación que involucró a más de 15.000 personas descubrió que el cuidado paternal suele ser una de las motivaciones más fuertes que poseen las personas, y que sirve para ganar estatus, encontrar nuevos compañeros o incluso evitar enfermedades infecciosas. Más allá de impulsarnos a cuidar y proteger a quienes nos parecen lindos, este sistema también hace que evitemos correr riesgos, reduce nuestra confianza en los extraños y hace que nos interesemos menos en buscar aventuras de una noche.

Podría decirse que todos estos efectos psicológicos aumentan las probabilidades de que invirtamos en los niños y los mantengamos a salvo. Esta motivación del cuidado de los padres también parece afectar nuestras preferencias políticas. En países que van desde Australia hasta el Líbano, un estudio reciente descubrió que cuanto mayor era la motivación de las personas, más políticamente conservadoras tendían a ser.

Por lo que, la próxima vez que veas un vídeo de un bebé mono o un gatito adorable, piensa en todas las cosas que te hace sentir (aunque ni te des cuenta de ello).