Cómo quitar el gotelé de forma sencilla para dejar las paredes lisas

Hoy en día, una de las reformas más habituales en el hogar es la de quitar el gotelé para dejar las paredes totalmente lisas. Es la moda vigente en nuestros días. Tener las paredes lisas te permitirá, además, forrarlas con papel pintado o un estuco o colocar un vinilo, por ejemplo, o simplemente pintarlas a tu gusto y dotar a cada estancia de su propia personalidad.

Pero ¿qué es gotelé? Su nombre proviene de la palabra francesa ‘goutte’ o ‘gouttettle’, cuyo significado es ‘gota’. Esta técnica de pintura consiste en esparcir pintura más espesa de lo habitual, para que salgan gotas o grumos que producen una superficie con el característico acabado grumoso.

TE PUEDE INTERESAR

Por qué decorar con papel pintado es una buena idea

Inés Gutiérrez

La técnica del gotelé levantó pasiones y empezó a utilizarse en España en los años 60 durante el boom de la construcción. Fue utilizado durante décadas como un acabado decorativo que lograba disimular las imperfecciones, los desperfectos y las irregularidades de las paredes. Usar gotelé, además, era mucho más económico, de ahí que su uso se extendiera con tanta facilidad.

Técnica en desuso

En la actualidad, esta técnica está en desuso ha quedado algo desfasada ya que la gente prefiere una textura lisa para las paredes de su casa. Como la tendencia es quitarlo, debes saber que es posible hacerlo sin ayuda de profesionales. Eso sí, es un proceso muy laborioso y lleva su tiempo llevarlo a cabo.

Antes de comenzar, debes cerciorarte del tipo de pintura con el que está hecho el gotelé de tu casa. Normalmente suele ser temple, pero a veces se emplea acrílica. Para averiguarlo, solo tienes que raspar un poco de la pintura y ponerla en un vaso de agua. Si se disuelve es pintura al temple, mientras que si cae al fondo es acrílica o plástica.

Quitar el gotelé: paso a paso

Como primer paso, prepara toda la zona de trabajo. Retira o cubre bien los muebles, las ventanas, los enchufes. No dejes nada al descubierto, ya que alisar las pareces levanta mucho polvo y este se mete por todas partes. Asimismo, prepara todo el material para protegerte del polvo: mascarilla, gafas y guantes.

El gotelé al temple es el más sencillo de eliminar. Para ello, tienes que humedecer la pared con agua hasta que cambie su color y denote que ha absorbido el agua y está húmedo. Lo mejor es usar un pulverizador e ir cubriendo la zona poco a poco. Después, espátula en mano, ráspalo de abajo a arriba. Para ello, debes ser cuidadoso y no dejar marcas en la pared. El resto, es tiempo, dedicación y paciencia hasta lograr eliminarlo.

Por el contrario, si es gotelé es acrílico o plástico se puede usar un producto decapante para relieves que permite que la pintura se ablande y así para poder rascarlo con la espátula. Una vez eliminado, hay que lijar los desperfectos que puedan haber quedado y poner masilla donde sea necesario alisar la pared.

El gotelé empezó a utilizarse en España en los años 60 durante el boom de la construcción

En este caso también puedes optar por usar una pasta que cubra el gotelé, muy efectiva si las gotas son grandes. No obstante, habrá que lijar ligeramente la pared antes de echar el producto. La pasta se aplica con rodillo y, con la ayuda de una llana, se limpian los bordes antes de que se haya secado. Se puede poner una segunda capa para que la pared quede más lisa.