¿Por qué a algunos perros no les gustan ciertas personas? La ciencia responde

El mejor amigo de las personas, a veces, muchas veces, sigo siendo un enigma para estas. El hecho de que los perros no puedan expresar sus emociones y reacciones con palabras hace esta relación un poquito más difícil. Sin embargo, es por ello mismo que a quienes sí tenemos voz nos recuerdan que existe mucho mundo más allá: una mirada, un gesto, un sonido o el instinto mismo asaltándonos.

Explicar ciertos comportamientos que los perros tienen hacia los humanos no es tarea fácil, pero la investigación sigue en ello y, hasta la fecha, muchas han sido las respuestas a grandes preguntas que nos surgían de la convivencia con canes. Algo así como acercarnos a su conciencia para ser conscientes de que todo lo que hacen lo hacen por algo, aunque no lo entendamos.

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Por ejemplo, un perro puede tener un comportamiento violento hacia una persona sin razón aparente. Pero, de nuevo, la arrogancia humana olvida que la razón no siempre habla. ¿Podemos entonces explicar por qué ocurre esto? ¿Qué sucede para que un perro reaccione de manera agresiva en una situación serena?

No necesitan hablar

Según un artículo publicado en el portal de la revista Discover pusieron un ejemplo sobre el tintero: un hombre había convivido con su perro 12 años cuando, de pronto, el animal empezó a cambiar, especialmente si su vecino se acercaba a la casa. El vecino siempre se mostraba paciente y sonriente, sin muestra alguna de rechazo hacia el perro, y aun así se acabó mudándose debido a la amenaza que comenzó a resultar el animal.

Fue entonces cuando la familia se enteró de que existían hasta diez denuncias contra aquel hombre por agresión infantil. ¿Pudo el animal sentir que algo no iba bien con aquella persona como quien tiene un presentimiento? Los científicos ahora están estudiando este tipo de capacidad, pues no es nada nuevo.

Los perros tienen entre 220 y 300 millones de receptores olfativos. Los seres humanos solo tenemos entre 5 y 6 millones

Seguro que más de una vez has escuchado eso de que "solo les falta hablar" o aquello de "lo huelen todo". Precisamente por esto último, lo primero tal vez no sea nada necesario. Recordemos que los perros tienen de media alrededor de 220 millones de receptores olfativos, incluso pueden alcanzar los 300 millones según la raza. Los seres humanos, por nuestra parte, solo tenemos entre 5 y 6 millones.

Una intuición olfativa

Hasta la fecha, varios estudios ya han demostrado en este sentido que los perros son capaces de detectar olores con una concentración 50 veces menor. Es decir, que no necesitan estar muy pendientes de algo para intuirlo pronto. Todo está en la nariz. A través de la resonancia magnética, los científicos pudieron encontrar, primero, que los perros no tienen un gran lóbulo frontal, como es el caso de los humanos, pero tienen una especie de bombilla olfativa que ocupa no menos del 10% de su cerebro.

¿Qué quiere decir todo esto? Pues que los perros pueden sentir lo que los humanos no pueden sentir. Y, además, también almacenar toda esta información. Por lo tanto, los perros pueden dar sentido a prácticamente todos los olores que olfatean.

No obstante, hay que tener en cuenta que si bien los olores pueden influir en el comportamiento de un perro, las emociones y las señales químicas también pueden desempeñar un papel importante. Por ejemplo, el sudor, la adrenalina o el olor corporal juegan para su adaptación en el entorno un papel primordial. Además, como ya comentamos en otro artículo, los perros son capaces de reconocer si el sudor es causado por el miedo. Lo sabemos gracias a una investigación llevada a cabo hace unos años, por la que encontraron que algunos perros podían mostrar cierto estrés en presencia de un "olor de miedo" que emitiera un humano.