"Es lo peor que he pasado en mi vida". Una usuaria de TikTok advierte sobre la sarna y da consejos para evitarla

Una usuaria de TikTok ha publicado en primera persona su experiencia con la sarna, una enfermedad que mucha población cree erradicada. El estigma que rodea a esta infección hace que los brotes sean difíciles de controlar. Conocida bajo en nombre científico de Escabiosis, se contagia con facilidad y no está relacionada con la higiene personal.

El vídeo se ha hecho viral. Ya hay casi 1.000 comentarios. Para evitar el contagio, la protagonista recomienda no tocar con la piel los asientos de tela y no probarse la ropa en las tiendas, una medida que muchos reconocen incumplir: ''Es mejor comprarte una cosa que no te quede bien a pillar sarna por probártela''. Sin embargo, este último punto está desmentido directamente por los expertos, que no consideran los probadores de ropa una vía probable de transmisión.

La creadora del testimonio, @martabaosg, anima a compartir con los demás si alguien padece la enfermedad. La sarna no es una enfermedad de declaración obligatoria, por lo que no hay un registro oficial de casos. Sin embargo, como se trata de una enfermedad muy contagiosa, cuando en Atención Primaria o en Dermatología se detecta a una persona infectada, aconsejan tratar a toda la familia y a los contactos estrechos.

Existen muchos tratamientos que actúan contra la sarna. Aunque es una enfermedad muy molesta y se puede sufrir sobre-infección bacteriana al rascarnos, el ácaro que la produce ''no invade más allá de la epidermis, no es un germen invasor, y tampoco compromete órganos internos'', aseguran en un comunicado la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV).

Sarna, ¿qué está pasando?

Bajo el título de 'Sarna, ¿qué está pasando?', la AEDV dedicó su último congreso a esta enfermedad. Según han documentado, los casos se están disparando en España tras la pandemia y los tratamientos convencionales están perdiendo efectividad. El otoño ha traído nuevos brotes: en Vigo hubo que desinfectar un colegio y en Euskadi propusieron poner rastreadores Covid a seguir las infecciones, según publica El Correo.

Se considera un problema infradiagnosticado en todo el mundo. Según la OMS, lo sufrirían más de 200 millones de personas. Aunque afecta más a los países menos desarrollados y a las zonas tropicales, no se trata de una enfermedad ''de pobres''.

Opinión

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La sarna tiene como agente biológico el ácaro sarcoptes scabiei. Solo se transmite por contacto directo piel a piel entre humanos, o bien por contacto con la ropa de una persona infectada, así por compartir sábanas, toallas, etcétera.

Hay subespecies que afectan a los animales, pero es improbable que puedan causar la enfermedad a un humano. No es el mismo patógeno el que afecta al gato que el que afecta al perro o el que afecta al hombre. Cuando el ácaro infecta, se adapta a su hospedador.

Ante un contagio, mismas precauciones que con los piojos

Los síntomas de la sarna comienzan a notarse a las dos semanas del contagio. Así, hay mucho tiempo para que se expanda el brote. Lo más común es que aparezca un picor intenso que empeora por la noche y puede ir acompañado de lesiones cutáneas en forma de pequeños bultos rojizos (nódulos escabióticos) en genitales, axilas o glúteos. También puede provocar una especie de heridas lineales, ya que el ácaro provoca una especie de túnel al ir excavando en la piel.

Para evitar su propagación, se debe actuar igual que cuando una persona sufre piojos. Hay que lavar la ropa y las sábanas a 60ºC o más. Si no se puede lavar, podemos meterla en una bolsa de plástico bien cerrada durante una semana.

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Si el parásito no puede alimentarse de piel humana durante más de tres días morirá. Por eso mismo, no hace falta lavar la ropa que no nos hayamos puesto en los últimos siete días. Cuando se detecta un caso, todos los convivientes deben empezar el tratamiento, aunque sean asintomáticos.

Es conveniente aspirar alfombras y tapicerías. Además, se recomienda cortarse las uñas: con el rascado, podríamos provocarnos una sobreinfección bacteriana.