Una familia lleva 40 años viviendo dentro de una rotonda: "No hay problemas con vecinos"

Vivir en una ciudad es sinónimo de ruidos, atascos y todo tipo de problemas asociados a una gran urbe. Muchas personas prefieren irse a capitales más pequeñas o, directamente, optan por trasladarse al campo para poder disfrutar de una mayor tranquilidad. Sin embargo, a veces no es suficiente con esos deseos de paz y armonía y la modernización de la sociedad te persigue.

Eso es lo que le pasó a una familia que vive en el condado de Denbigshire, en el norte de Gales. En 1960, David John y Eirian Howatson se mudaron a un bungalow situado en pleno campo, cerca de la carretera que une las localidades de Rhyl y Ruthin. Lo que no se esperaban es que, veinte años después, las autoridades llamaran a su puerta para trastocar todos sus planes de vida.

David y Eirian recibieron dos malas noticias: primero les dijeron que no podían construir otro chalet en su pequeño terreno; después, que tenían que marcharse de lo que era su propiedad porque iban a construir una rotonda justo en ese lugar. Pero esta familia decidió que no iban a abandonar la que era su casa y se quedaron allí, a pesar de que a su alrededor todo se puso en obras para construir esa rotonda.

Cuatro décadas rodeados de coches

Las obras duraron muchos meses y, finalmente, la rotonda se terminó en 1980. Para entonces, David había fallecido, pero su familia seguía viviendo allí. Hoy siguen haciéndolo y, quienes pasan a diario por el lugar observan sorprendidos que, efectivamente, hay una vivienda dentro de la rotonda. Pero para la familia Howatson no es nada extraño: llevan más de 40 años rodeados de coches.

A sus 64 años, Clwyd Howatson ha vivido allí la mayor parte de su vida. Reconoce al NorthWest Live que la rotonda "a veces se vuelve ajetreada", pero se han acostumbrado y tienen otras ventajas, como que "no tenemos que preocuparnos por los vecinos". Los Howatson tienen 7 hijos y 12 nietos y toda la familia suele visitar la rotonda a menudo.

La mujer asegura que su casa es tema de conversación con la mayoría de las personas que conocen y que siempre les preguntan si vivir en medio de una rotonda es muy ruidoso: "Diría que es como vivir junto a cualquier calle, pero no es tan malo. Tenemos doble acristalamiento, así que no es algo que nos moleste y solo se llena mucho en las horas punta, pero es solo unas pocas veces al día".

Cada vez que salen de casa, siempre en coche, tienen que incorporarse a la rotonda

Uno de los problemas más habituales es recibir algún paquete, ya que los repartidores novatos desconocen que dentro de la rotonda haya una vivienda. También tienen que tener cuidado al salir de casa en coche, ya que eso implica incorporarse siempre a la rotonda. Pero son pequeños detalles a los que ya se han acostumbrado… porque llevan más de 40 años viviendo dentro de una glorieta.