Enero, un mes clave en el calendario hortícola: todo lo que puedes sembrar pese al frío

Hay quien considera que el invierno es momento de permanecer refugiados del frío, de salir lo menos posible de debajo de la manta y dedicar tiempo a la contemplación. Mientras tanto, a nuestro alrededor, la tierra sigue moviéndose desenfrenadamente. Solemos creer que el comienzo del año no es un momento adecuado para sembrar nada, como si todo lo que germina y crece fuera homónimo a lo humano. Vamos, que de la creencia popular moderna dependiera, apenas podríamos alimentarnos en los meses de invierno. Nada más lejos de la realidad.

Vale que en enero tiene lugar la jornada más fría del año en España, según las características de su disposición geográfica. Sin embargo, son esos mismos factores meteorológicos los que resultan idóneos para cultivar, sembrar y plantar una buena variedad de verduras, hortalizas y hierbas.

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El calendario del huerto de enero es mucho más amplio de lo que a priori consideramos. Y es que, a pesar de las bajas temperaturas, también existen cultivos denominados de invierno. Desde lechugas, espinacas, remolachas o acelgas al gran aliado perejil, guisantes, fabas, cebollas, pimientos e incluso tomate (también en semillero calefactado). Todos estos, incluso con frío, se abren paso a través del sustrato para llenar tu mesa y tu estómago.

Un momento clave

El primer mes del año es, de hecho, un punto clave en los ciclos de un huerto. Así, si quieres cosechar en casa, no debes nunca pasarlo por alto. Como explica Marta Rosique en el blog de Plantea en Verde, es ahora cuando debes ponerte manos a la obra para planificar tus cultivos de cara a resto del año. "Es el momento en que debes empezar a plantearte tu huerto de primavera. Sé que todavía parece que queda un poco lejos, pero créeme, si empiezas a organizar y sembrar ya, podrás disfrutar de tu huerto primaveral mucho antes".

De esta forma, si te dispones a crear un calendario de huerto, incluye tanto las semillas que puedan crecer pronto como aquellas que veremos dar su fruto cuando los días comiencen a ser más largos. Algunos cultivos, entre los que se cuentan el tomate o el pimiento, necesitan calor para adquirir buen tamaño, color y sobre todo sabor, por lo que ahora es el momento de plantarlos para que llegadas las largas tardes de sol ya estén bien arraigados. Eso sí, debes protegerlos bajo un invernadero.

No obstante, no hace falta esperar a primavera para poder llevarse algún fruto delicioso (y de lo más natural) a la boca. En primer lugar, la zanahoria, la reina de muchas sopas y cremas que se puede plantar y cosechar durante todo el año. Su cultivo, además, no supone demasiadas dificultades: basta con plantarla directamente en un suelo bien despejado, dejando un espacio de entre 7 y 10 centímetros entre semilla y semilla.

Cultivos resistentes al frío

De germinación relativamente rápida, en apenas un par de meses ya podrás empezar a apreciar cómo asoma si mantienes el sustrato relativamente húmedo aunque sin encharcar.

Y es que el calendario de siembra de enero, como todos los demás, es bastante predictivo. Solo tienes que pensar en las recetas propias de esta época. ¿Qué tal unos ricos guisantes? Son otro de esos cultivos que se adaptan a la perfección al frío e, incluso, a las heladas, aunque hay que tener claro que por debajo de 5 grados de manera prolongada ralentizarán su crecimiento.

Su siembra es también en suelo directo, guardando una separación de 15 centímetros entre semilla y semilla. Necesitarán controlar que nunca se encharquen sus raíces, para lo que debe estar bien aireado.

La aromática estrella

Que no falte, por supuesto, el toque final de cualquier plato. Es una de las plantas culinarias preferidas de nuestra cocina; y además de eso, el perejil no requiere muchos cuidados. Si bien tiene predilección por los lugares con inviernos templados (como ocurre en buena parte de España), se adapta a cualquier tipo de clima. En caso de que el frío apriete, con cierta precaución como mantenerlo a cubierto de cualquier helada será suficiente.

De nuevo, esta aromática también admite una siembra directa, ya sea en suelo o en una maceta contenedor de buenas dimensiones. El único aspecto con el que implica especial cuidado es el riego: tendremos que mantener una pauta constante y siempre en pequeñas cantidades. El sustrato tiene que estar húmedo siempre, pero sin excesos.

Entre paseo y paseo al huerto, no te olvides de tus plantas de interior en estas fechas, ya que el uso de la calefacción puede causar daños irrecuperables en ellas. Por ello, los expertos recomiendan alejar las macetas de los radiadores y buscar puntos del hogar donde la luz natural les ofrezca buen aporte de vitaminas.