¿Tu perro se revuelca por el suelo? Estas son las razones principales

A veces los perros tienen comportamientos que no llegamos a entender. Uno de los más habituales es cuando se tumban patas arriba y comienzan a restregar su lomo contra el suelo. No se trata de un gesto extraño o problemático, pero sí se produce por diversas razones, unas bastante simples y otras instintivas, que conviene saber por si es necesario llevar a cabo alguna medida correctora.

Algo habitual es que los perros se revuelquen sobre la hierba, ya sea en el campo o en el parque, o sobre la arena en la playa como parte de sus ganas de jugar, ya sea con otros perros o con humanos. Para ellos es un acto divertido con el que además desfogan energía y también es una manera de atraer nuestra atención y lograr unas caricias extra ya que la tripa es una de las partes más sensibles de los perros y rascársela les supone un gran placer.

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Asimismo, puede ser algo tan sencillo como el hecho de querer rascarse la espalda por algún picor y aliviar así esta molestia. En principio, debe ser algo puntual, pero si lo hace de forma constante, quizás haya que revisar su pelaje por si tuviera algún parásito, pulga o garrapata o, por el contrario, que pueda ser síntoma de alguna alergia. Para ello, lo mejor es consultar con un veterinario.

Un modo de combatir el calor y refrescarse

Otro motivo puede ser el calor. Rebozarse contra el suelo es una forma de refrescarse si la superficie está fría o húmeda, ya sea la hierba o la tierra mojada o suelos de piedra, cemento o cerámica. Así consiguen rebajar la temperatura de su cuerpo de forma eficaz los días en que las temperaturas son muy elevadas. Además, las diferentes texturas les ofrecen diferentes sensaciones que les apetece experimentar. Su expresión de relajo y alegría lo dice todo.

Por otro lado, esta conducta puede ser un medio de defensa, ya que rodando por el suelo dificulta un ataque directo a su cuello a la vez de que dispone de las cuatro patas para defenderse y mantener alejado a su oponente. No obstante, también puede ser una muestra de sumisión y de confianza, de reconocer la jerarquía y evitar el enfrentamiento.

No es un gesto extraño, pero sí se produce por diversas razones, unas obvias y otras instintivas

Por último, puede ser un acto que despierte su instinto cazador y restregarse por el suelo puede ser un mecanismo de defensa para no ser detectado por sus potenciales presas o depredadores. Y para ello puede revolcarse sobre heces o sustancias de fuerte olor para enmascarar su propio olor. Esto también les suele pasar cuando están recién bañados, ya que no soportan el olor a jabón o de colonia y tratarán por todos los medios de eliminarlo.

Pero la gran duda es si esta actitud debe ser corregida. En principio, no. Solamente si se observa que lo hace de manera compulsiva u obsesiva haya que prestar atención al verdadero motivo. Puede ser tan simple como un problema de parásitos o una falta de atención o alguna clase de estrés o una necesidad no cubierta. En estos casos, es recomendable hablar con un adiestrador, un etólogo canino o el veterinario.