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Tu hígado no soporta los excesos de Año Nuevo: haz esto para remediarlo
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SALUD Y ALIMENTACIÓN

Tu hígado no soporta los excesos de Año Nuevo: haz esto para remediarlo

En las fiestas navideñas nos pasamos comiendo y bebiendo, no vamos a engañar a nadie, y esto afecta negativamente a nuestra salud

Foto: Lo mejor para no dañar tu hígado en fiestas es moderarte (Freepik)
Lo mejor para no dañar tu hígado en fiestas es moderarte (Freepik)

Cuando llega la Navidad, se junta con Nochevieja y acaba con el día de Reyes, vivimos en una gincana de excesos. Comemos, en demasía y poco equilibrado, muchos dulces y litros de alcohol. Una copa de vino antes de cenar, varias más después, y al día siguiente brindamos con champán, y al día siguiente otra copa, de sidra, para variar un poco. Sin contar en Nochevieja, que directamente hay personas que no recuerdan todo lo que bebieron.

Intentamos suavizar el asunto con la famosa frase “solo es una vez al año” y agendamos una cita con el dentista para una limpieza bucal a mitad de enero para borrar todo rastro del pecado. Pero el daño ya está hecho y nuestro organismo, año tras año, se resiente. El mayor culpable es el alcohol y la víctima, nuestro hígado.

Foto: La Navidad ya ha llegado a tu mesa. (Unsplash)

Más allá de la resaca que padecemos el día de después de pasarnos con el alcohol, el hígado es el que sufre más problemas al medio y largo plazo. Él es el encargado de eliminar el alcohol del cuerpo y, en pequeñas cantidades, lo hace sin mayor problema. Pero si tomas más bebidas alcohólicas de la cuenta, el hígado no puede con todo y tampoco puede hacer bien sus otras funciones, como eliminar las grasas y las toxinas.

La solución es no “pasarse”

Al no poder eliminar todo el alcohol que has bebido, se produce la famosa resaca. Además, si el hígado no procesa bien las grasas ingeridas, estas se van acumulando en el resto del cuerpo, incluido en el propio órgano. A esto se le conoce como hígado graso. Otras afecciones relacionadas con beber demasiado alcohol son la hepatitis alcohólica, que requiere dejar de tomar alcohol para siempre, o la cirrosis hepática, que es cuando las lesiones del hígado ya no tienen vuelta atrás.

Para poder tener un hígado sano de por vida, el truco está en cuidarlo a diario

Como es lógico, no queremos llegar a padecer ninguna enfermedad a largo plazo solamente por querer pasarlo bien a finales de año. La solución para que esto no ocurra es “cortarse un poco” y saber parar. Esto no significa que tengas que dejar de beber alcohol para siempre, simplemente hay que ser inteligentes y parar de pedir copas antes de sentirnos mareados, comer bien o intercalar bebidas con alcohol con bebidas sin.

Es importante que, si vamos a tomar menos copas y a beber más refrescos, estos sean sin azúcar. Porque si solamente sustituimos el alcohol por bebidas azucaradas, tampoco le estaremos haciendo ningún favor al hígado (y al páncreas). Esta buena práctica, junto con un control a la hora de las comidas navideñas y mantenernos hidratados con agua, nos ayudará a que nuestro hígado no sufra excesos y funcione siempre correctamente.

Cuando llega la Navidad, se junta con Nochevieja y acaba con el día de Reyes, vivimos en una gincana de excesos. Comemos, en demasía y poco equilibrado, muchos dulces y litros de alcohol. Una copa de vino antes de cenar, varias más después, y al día siguiente brindamos con champán, y al día siguiente otra copa, de sidra, para variar un poco. Sin contar en Nochevieja, que directamente hay personas que no recuerdan todo lo que bebieron.

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