¿Deberías revelarle tus defectos a tu pareja? Esto dicen las investigaciones
Cuando queremos enamorar a alguien lo normal es que le mostremos nuestra mejor imagen, pero, ¿y si realmente esto no fuera tan bueno?
Lo más normal del mundo cuando nos enamoramos de alguien es mostrarle nuestra mejor cara, la mejor parte de nosotros. El proceso de ilusión también nos lleva a idealizar a la persona, verlo todo 'color rosa' y, en general, vivimos momentos maravillosos y la vida nos parece algo estupendo donde quedarnos para siempre. Con el paso del tiempo conocemos más a quien se ha convertido en nuestro compañero de vida, lo que irremediablemente significa bajarlo del pedestal y reconocer sus fallos.
Pero es un proceso lento en el que hay decepciones, enfados y discusiones de por medio. En esa magia de descubrir al otro e ir desenvolviendo cada una de sus capas se basan las relaciones humanas, ¿no? Pero, ¿y si realmente fuera bueno confesar nuestros defectos a nuestra pareja?
Los resultados estaban muy relacionados con la autoestima: los que tenían menos sufrieron mayor angustia al tener que revelar fracasos personales
Según informa 'Psychology Today', Jessica J. Cameron y su equipo exploraron hace un tiempo las consecuencias de revelar los fracasos personales. Comenzaron reconociendo que, aunque la autorrevelación tiene beneficios potenciales, las personas con baja autoestima tienden a evitar revelar demasiado. Al parecer, los resultados estaban muy relacionados con la autoestima: los que tenían menos sufrieron mayor angustia al tener que revelar fracasos personales.
Al explicar sus resultados destacaron que las personas suelen revelar estas cosas para generar cariño, comprensión o apoyo en sus parejas. A su vez, los que evitan las revelaciones más vergonzosas podrían hacerlo para evitar rechazo social o desaprobación. Esto puede suceder incluso en las relaciones románticas, pues aquellos con menos autoestima a menudo experimentan ansiedad acerca de cuánto los valora su pareja y experimentan un mayor grado de preocupación con respecto a la impresión que dan.
Las parejas receptivas generan confianza e intimidad y, a menudo, autorrevelación recíproca, lo que construye relaciones beneficiosas
Y algo curioso: si bien las personas con baja autoestima pueden sentir vergüenza de revelar un fracaso personal, no encontraron que las parejas realmente vieran de forma negativa esas revelaciones o a su pareja por hacerlas. Parece que la autorrevelación personal negativa en sí misma no es la culpable, sino la forma en que el revelador percibe su impacto, lo que afecta el comportamiento posterior. Desde luego no es la panacea de la salud mental, pero puede reportar efectos beneficiosos en personas con la autoestima alta.
En definitiva, a veces compartir defectos podría ser aunque no lo parezca, una parte saludable y beneficiosa de una relación en desarrollo. La imperfección no suele ser vista como algo desagradable sino algo entrañable, y podrían ser estas revelaciones una forma saludable de demostrar que la relación funciona. Las parejas receptivas generan confianza e intimidad y, a menudo, autorrevelación recíproca, lo que construye relaciones beneficiosas.
Lo más normal del mundo cuando nos enamoramos de alguien es mostrarle nuestra mejor cara, la mejor parte de nosotros. El proceso de ilusión también nos lleva a idealizar a la persona, verlo todo 'color rosa' y, en general, vivimos momentos maravillosos y la vida nos parece algo estupendo donde quedarnos para siempre. Con el paso del tiempo conocemos más a quien se ha convertido en nuestro compañero de vida, lo que irremediablemente significa bajarlo del pedestal y reconocer sus fallos.