¿Tu gato tiene caspa? Cuidado, podría ser señal de algo mucho más grave

Cuando un humano tiene caspa, esta puede ser a causa de un cuero cabelludo seco o graso, con su forma crónica debido a la dermatitis seborreica. Normalmente, padecemos caspa por emplear champús abrasivos, secadores, gominas y otros fijadores capilares, por problemas hormonales, por ir a la piscina o por una mala alimentación.

A los gatos les pasa lo mismo cuando tienen caspa. Aparecen en su pelaje pequeñas partículas de piel muerta en abundancia, causadas o bien por una piel seca o por una piel grasa. Si la dermis del felino está muy seca, esto puede producirle molestias e incluso dolor. Además, los gatos son muy sensibles en este sentido y, en cuanto tienen un problema de salud, este se ve reflejado en su aspecto. Así, la caspa, más allá de estar provocada por el uso de un champú equivocado para nuestra mascota, puede ser indicador de algo más grave que hay que tratar con celeridad.

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Pero tampoco te asustes rápidamente, un poco de caspa es normal. Los gatos, como los humanos, van renovando su piel y esas partículas cutáneas caen de forma natural. Cuando debes preocuparte es si tu gato tiene caspa por todo el cuerpo, es abundante y no desaparece a corto plazo. Si además la aparición de caspa no permite que tu mascota haga vida normal, es momento de acudir al veterinario para que determine cuál es la causa de esta afección y ponerle remedio.

La caspa gatuna puede ser indicador de hongos o parásitos

Uno de los principales motivos de la aparición de caspa en tu gato son los parásitos y los hongos. El parásito más habitual es el ácaro Cheyletiella, común en perros, gatos y conejos. Es un ácaro que, en condiciones normales, el gato elimina cada día cuando se acicala. Pero si prolifera, puede convertirse en un problema. Hay otro tipo de ácaros más agresivos, los llamados Demodex folliculorum que, cuando su crecimiento se descontrola, pueden hacer que tu gato pierda el pelo debido a las lesiones de los folículos pilosos que producen. El mismo daño lo producen ciertos hongos, la mal llamada “tiña”. En cualquier caso, hay que comenzar un tratamiento tópico para volver a regular la piel de tu felino.

Los gatos son bastante delicados con la alimentación, ya que tienden a engordar rápidamente o a tener deficiencias nutricionales. Una dieta baja en ácidos grasos omega-3 puede provocar la aparición de caspa seca, algo que se arregla con un cambio en la alimentación. Es recomendable alimentar a tu mascota con comida de calidad para que tenga todos los nutrientes necesarios para una buena salud. Por supuesto, no hay que olvidar colocar agua fresca y limpia a libre disposición para el gatito.

Cada vez más se habla más de la salud mental en nuestra sociedad. Pero todavía no es común hacer lo mismo con nuestras mascotas. Como seres vivientes, los gatos también pueden padecer estrés y ansiedad debido a cambios bruscos en su rutina, como una mudanza, mucho ruido o poca independencia. Cuando esto ocurre, el felino comienza a perder el pelo, a tener el cuero cabelludo irritado y a padecer caspa. En casos más graves, el animal deja de comer y de beber. Es muy importante atajar cuanto antes el origen del estrés emocional y dar a nuestra mascota el espacio seguro que merece.

Un gato estresado puede lamerse en exceso, empeorando los problemas cutáneos

Por último, un problema común de los felinos es la obesidad. Muchos tienden a comer en exceso, ya sea por estrés y ansiedad o por estar castrados. También tienden a ganar peso si les falta actividad física o si su dieta es de mala calidad. El sobrepeso puede provocar problemas cardíacos y respiratorios en nuestro gato, así como caspa, ya que no pueden acicalarse diariamente como deben porque les cuesta moverse y pierden flexibilidad. Ante cualquier duda sobre la salud de nuestras mascotas, se debe acudir al veterinario para que determine qué es lo que ocurre y podamos tratar el problema de manera eficiente.