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Vandalizan su tienda con un grafiti y el dueño lleva a cabo la revancha perfecta
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UNA VENGANZA MUY LUCRATIVA

Vandalizan su tienda con un grafiti y el dueño lleva a cabo la revancha perfecta

Juanfran Peñaranda, dueño de una tienda de estampación en Valencia, se encontró una grafiti en la banderola de su local y no dudó en tomarse la justicia por su mano

Foto: Vandalizan su tienda con un grafiti y el dueño ejecuta una venganza perfecta (Instagram @goatxa)
Vandalizan su tienda con un grafiti y el dueño ejecuta una venganza perfecta (Instagram @goatxa)

Los grafitis se pusieron de moda hace décadas. Unos lo consideran parte del arte urbano y otros creen que es puro vandalismo. Los grafiteros dicen que sus pintadas son una forma libre de expresarse en un espacio (la calle) donde se la juegan un poco. Y no es para menos, ya que, en Madrid pintar una fachada con aerosol conlleva una multa de hasta 2.000 euros.

Sea como fuere, muchos vecinos y comerciantes se quejan con desesperación e impotencia del aumento de las pintadas en comercios, locales privados y edificios ante la permisividad y lentitud de las instituciones. Por eso, reclaman más presencia policial y más servicios de limpieza para combatir este tipo de actos.

Foto: El "marabilloso" grafiti viral que reivindica el valor de las bibliotecas para la educación (Twitter @chuzodepunta)

Unos aguantan resignados, mientras que otros actúan por su cuenta. Es el caso de Juanfran Peñaranda, dueño de la tienda ‘Goatxa’ que se dedica al estampado de ropa y objetos como gorras, tazas o chapas y que está ubicada en el barrio valenciano de Benimaclet. Todo ocurrió un lunes del pasado mes de noviembre cuando se disponía a abrir su tienda por la mañana y se encontró la firma de un grafitero en la banderola de su negocio.

"Una broma fantástica"

“Lejos de enfadarme, acepté el regalo puesto que si hay hago en mi tienda es broza, morralla y desechos del diseño, así que vectoricé la firma, rellené un formulario y registré el diseño. En menos de 24 horas ya lo estoy comercializando en diferentes portales de diseñadores y en mi propia tienda online y física a un precio especial de 12€”, aseguró Peñaranda en la publicación de su cuenta de Instagram donde cuenta todo lo sucedido.

El comerciante pensó que vendería unas cuantas unidades y, en solo cuatro días, logró vender 400 camisetas con el texto de la firma: ‘Brosa’. El éxito ha sido tal que Juanfran está pensando en empezar a estampar la firma en gorras, llaveros, sudaderas, tazas y lo que haga falta.

“El dinero recaudado se destinará íntegramente a mi madre, que como cobra la no contributiva así la ayudamos a la pobre” dijo el dueño del negocio y añadió que “le ha venido muy bien porque iba un poco ahogada” en referencia a los 10.000 euros que ha ganado dándole la vuelta a la tortilla a esta desagradable situación.

El dinero recaudado será íntegramente para su madre ya que "solo cobra la no contributiva"

Juanfran va más allá y reconoce que “me encantaría ver la cara del artista viendo mi firma (porque ahora es mía) por las calles en forma de camiseta, pues no hay nada que le joda más a un grafitero que hagan uso comercial de sus obras” y concluyó en tono divertido: “Imagínate, un chaval, porque es un chaval seguro, que tenga que venir aquí con 1.000 euros para recuperar su firma. Me parecía muy gracioso. Por 1.000 euros se lo podía hasta regalar, pero por la troleada, me parecía una broma fantástica. Primero, que me limpie la banderola”.

Los grafitis se pusieron de moda hace décadas. Unos lo consideran parte del arte urbano y otros creen que es puro vandalismo. Los grafiteros dicen que sus pintadas son una forma libre de expresarse en un espacio (la calle) donde se la juegan un poco. Y no es para menos, ya que, en Madrid pintar una fachada con aerosol conlleva una multa de hasta 2.000 euros.

Graffiti Virales Valencia
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