Cada vez más cerca de la invisibilidad: el invento del futuro que ya tiene varios prototipos

Es uno de los objetos más preciados del cine fantástico y, a estas alturas, forma parte de la cultura popular de quienes han crecido con la fantasía de la magia en sus libros y pantallas. ¿Quién no ha querido alguna vez una capa de invisibilidad como la que le regalan a Harry Potter? Pulular por todas partes sin ser visto, solo con la ayuda de un pedazo de tela que lo cubra. Parece otro de tantos sueños imposibles que la ficción genera, pero por extraño que parezca, quizás no lo sea.

La capa de invisibilidad podría convertirse en una realidad en un futuro más o menos cercano, y no lo decimos nosotros, sino los científicos que llevan años trabajando en esta idea. En algún momento desistieron, consideraron que los avances no llevaban a ningún sitio, pero el caso es que ahora una empresa británica se está acercando poco a poco a la meta.

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El Confidencial

Como Predator, como Hollow Man… ¿Y si pudiéramos parecernos a nuestros personajes del cine favoritos sin necesidad de disfrazarnos? Una prenda como esta sería mucho más que un disfraz, conformando un auténtico hito en el trazo de las invenciones en la historia. Todo apunta, de hecho, a que así será: la investigación científica puede darnos un acceso real a este superpoder.

¿Tarea imposible?

Según un estudio llevado a cabo en 2016 por científicos de la Universidad de Texas, en Estados Unidos, hacer una capa de invisibilidad real es bastante imposible, debido a algo simple de decir y complejo de entender: las leyes fundamentales de la física.

La física basa nuestro mundo en dinámicas que, a veces, la humanidad ha llegado a conocer mediante números, pero si abrimos la vista hacia todo el entresijo de posibilidades que conforma la existencia misma de materia, sobra decir que no sabemos nada. La invisibilidad siempre ha estado entre esa enorme nada, tan ansiada y perseguida, muy lejana.

En efecto, debe saberse que una capa con esta característica requeriría, para empezar, la implicación permanente de diferentes longitudes de onda cuya modulación permitiría la invisibilidad. Entrelazar esto en algo palpable y a la vez no, en una materia semi-existente podría decirse, no es tarea fácil.

Una nueva forma de camuflaje

No obstante, algunos trabajos nos permiten mantener un poco el optimismo, la ilusión con la que cada año nos sentamos y nos tragamos una buena maratón del mundo de "Hogwarts". Así parece que se levantan cada mañana los trabajadores de Vollebak para acudir a su puesto de trabajo. Esta empresa, con sede en Londres, trabaja diseñando ropa deportiva y de aventura para hombres, pero desde hace algunos meses su intención ha dado un giro.

Según recoge el portal de Wired, la marca ha dado un salto espectacular en el campo al presentar un prototipo de chaqueta de camuflaje térmico cuyo rendimiento no tendría precedentes. Los ingenieros afirman que esta prenda es capaz de engañar a las mismísimas cámaras térmicas. ¿El secreto de este camuflaje? Un material innovador a base de grafeno, que permite sortear aquellos límites que desde los laboratorios dieron por imposibles en 2016. De hecho, tanta es la novedad que dicho material permite crear superficies ópticas ajustables.

En concreto, la chaqueta consta de 42 paneles de grafeno, cada uno de los cuales cubre una superficie de unos 5 centímetros cuadrados. Estos paneles (pegados al exterior de la prenda) contienen una pila de cientos de capas de grafeno ultrafino. Además, el control de la chaqueta es posible gracias a la modulación de la densidad de electrones que atraviesan todos sus paneles.

El reto del grafeno

Así pues, el grafeno, que inicialmente absorbe la radiación térmica infrarroja, también puede reflejarla aquí. Es decir, los paneles actúan como píxeles independientes, sujetos al control de sus emisiones de radiación térmica.

Por el momento, se trata de un prototipo que solo sirve como base para un proyecto más ambicioso al que muchos quieren unirse. Con todo ello, el objetivo actual es pasar de colocar unos cuarenta paneles de grafeno a varios miles, más pequeños, para que puedan generar una mejora en la resolución del conjunto.

Es decir, se trata de pasar de una capa de invisibilidad para cámaras térmicas a la capa de invisibilidad clásica que todos conocemos por las películas. ¿Lo conseguirán? Solo el futuro nos lo dirá.