Alopecia: ¿qué debo tener en cuenta para hacerme un trasplante capilar?
No todos los problemas de calvicie se pueden resolver con un trasplante de pelo. Esta técnica está contraindicada en la alopecia areata y en la alopecia cicatricial; en estos casos, la única solución es farmacológica
Cada vez son más las personas que deciden no resignarse ante su problema de calvicie y recurren a la última opción: el trasplante capilar. Según datos de la Sociedad Internacional de Restauración Capilar (ISHRS), desde 2010 se ha multiplicado por 10 el número de este tipo de intervenciones, hasta llegar en 2021 a más de 700.000 trasplantes en todo el mundo.
España no es una excepción: teniendo en cuenta que se estima que somos el segundo país con más problemas de alopecia —solo por detrás de la República Checa— y lo mucho que han evolucionado las técnicas, no nos sorprende que cada vez más personas se planteen la opción de someterse a un trasplante de pelo. Ahora bien, ¿está indicada esta intervención para todos los casos de alopecia?
La primera y principal indicación para un trasplante capilar es la alopecia androgénica, explica el doctor Javier Pedraz, dermatólogo del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid: “Es un problema que afecta a más de un 60% de los hombres y al menos a un 25% de mujeres. Su diagnóstico es clínico, y puede completarse con la tricoscopia [examen con dermatoscopio del pelo y del cuero cabelludo]. Suele afectar de forma habitual a la región frontotemporal [entradas], región de la coronilla [vertex] y región superior del cuero cabelludo”.
Otra clase de personas que pueden beneficiarse del trasplante de pelo son los que han sufrido calvicie a causa de efluvios telógenos. En estos casos, explica el especialista, “la indicación principal de microtrasplante capilar sería en aquellos pacientes que han sufrido efluvio crónico [duración mayor a seis meses]; en las formas agudas, al durar menos de seis meses, no estaría indicada la intervención”. Para poder realizar un microtrasplante, el paciente debe tener una buena zona donante (zona occipital o parte posterior del cuero cabelludo y parte de las zonas laterales o zonas temporales). “El problema del efluvio telógeno es que, en ocasiones, afecta a la zona donante, y esto nos impide realizar el microtrasplante capilar al no haber pelo suficiente en esta área para poder extraerlo y trasplantarlo en las zonas que queramos”.
No siempre está indicado
Sin embargo, hay cierto tipo de alopecias para las que no se les recomienda en absoluto el trasplante capilar. Es el caso de las siguientes, por ejemplo, de la alopecia areata. Según explica el especialista, "es una enfermedad autoinmune frecuente que causa la pérdida del cabello en zonas pequeñas y redondeadas del cuero cabelludo y que, en algunos casos, también puede llevar a una calvicie generalizada. Se considera que puede afectar a un 0,2% de la población mundial, lo cual es una cifra para tener en cuenta".
Los pacientes que presentan esta alopecia suelen tener una predisposición genética y, entre los factores desencadenantes, el más frecuente es el estrés. Los parches de piel afectados por la pérdida de cabello suelen presentar una apariencia normal y, aunque cualquier zona del cuerpo con pelo puede estar afectada, estos generalmente aparecen en el cuero cabelludo y la barba. La razón por la que no se recomienda el trasplante en estas personas es que “la inflamación del folículo piloso que subyace en esta alopecia nos va a provocar de forma habitual que el pelo trasplantado se termine cayendo”.
Otro tipo de alopecia en la que no se recomienda recurrir a los trasplantes capilares es la cicatricial. No se conoce bien su causa, pero se da habitualmente en pacientes que tienen una predisposición genética y algún factor desencadenante, entre los que se piensa que pueden encontrarse la aplicación de fotoprotectores solares o la ingesta de medicamentos antidepresivos. “La forma más frecuente de alopecia cicatricial, la alopecia fibrosante frontal, aparece de forma habitual en mujeres después de la menopausia”, apunta el doctor Pedraz. Cuando se realiza un trasplante en este tipo de alopecias, es frecuente que no se llegue a conseguir la misma densidad que se podría lograr al hacer el implante en una alopecia androgénica; la evolución a largo plazo no suele ser buena, ya que es frecuente que se vaya perdiendo de forma progresiva la mayor parte del pelo trasplantado.
¿Qué solución tengo?
Pero entonces, ¿hay alguna solución para las personas que presentan este tipo de alopecias? “Para los pacientes con alopecia areata”, explica el doctor Pedraz, “además de los tratamientos habitualmente utilizados —principalmente difenciprona tópica o corticoides, tanto tópicos como infiltrados o sistémicos—, se les pueden ofrecer cada vez más posibilidades: análogos de protaglandinas, inmunosupresores o medicamentos de reciente investigación, como los inhibidores del JAK [baricitinib, entre ellos]”.
En el caso de los pacientes con cicatricial se pueden realizar tratamientos para evitar la progresión de la alopecia. “Por ejemplo, los fármacos antipalúdicos (hidroxicloroquina principalmente) o medicamentos inhibidores de la 5-alfa reductasa [dutasteride principalmente]. Son medicamentos que no van a provocar que aparezca pelo de nuevo, pero evitarán que la alopecia siga progresando”.
En cualquier caso, lo más importante es acudir a un especialista en cuanto notamos una pérdida preocupante de cabello para que nos pueda dar un diagnóstico adecuado en cada caso y conseguir los mejores resultados.
*El Confidencial, en colaboración con Quirónsalud, presenta una serie de artículos con información práctica, consejos y recomendaciones para practicar deporte que mejore nuestra salud y bienestar. Si tienes alguna duda sobre esta temática o quieres más información, puedes contactar con el Hospital Universitario Quirónsalud Madrid.
Cada vez son más las personas que deciden no resignarse ante su problema de calvicie y recurren a la última opción: el trasplante capilar. Según datos de la Sociedad Internacional de Restauración Capilar (ISHRS), desde 2010 se ha multiplicado por 10 el número de este tipo de intervenciones, hasta llegar en 2021 a más de 700.000 trasplantes en todo el mundo.