¿Duele más una infidelidad emocional que una física? Las claves para detectarla
No siempre van a primar los besos, las caricias o los tonteos, también importa con quién compartes conversaciones íntimas y profundas. ¿Qué hacer al respecto?
¿Qué duele más, el hecho de que tu pareja desarrolle una filiación emocional muy intensa con alguien sin pasar las barreras o que de repente un día te confiese haberse liado con alguien a quien no tiene mucho aprecio y muestre signos de arrepentimiento? Dependiendo de la relación que tengáis y de vuestra personalidad, toleraréis más una cosa o la otra. Lo que es cierto, sin duda alguna, es que cualquier forma de engaño siempre duele, y es uno de los motivos más de peso por los que las relaciones se acaban.
Una de las particularidades de la infidelidad emocional es que es muy difícil de detectar o de ponerle solución. Su medida vendrían a ser los celos, pero si la persona con la que estás es muy sociable y agradable con otros, lo mejor que podrías hacer sería irte acostumbrando, pues este es un rasgo positivo de su personalidad que no debería desperdiciar. En ese caso, él o ella también debería pensar en ti y estar más pendiente. Todo con tal de no dejarte llevar por la inseguridad, algo que también deberías trabajar para que no te pase factura y, en ese sentido, ganar en autoconfianza.
No hay nada que siente peor que contar los problemas íntimos que tenéis en el seno de la relación a una tercera persona
Curiosamente, la infidelidad emocional antes no existía. Así lo explica Michelle Janning, profesora de sociología en el Whitman College de Washington, en Estados Unidos, quien cree que el marco actual de la relación a largo plazo "como una vida de compañerismo monógamo entre dos personas con una conexión emocional como el superpegamento que los mantiene unidos" es algo de hace relativamente poco. Antes, explica, se esperaba que esa asociación conyugal no fuera tan intensa en un plano afectivo, pesando más la seguridad económica, los lazos entre las familias y los objetivos reproductivos, como explica en un artículo de la BBC.
Un poco de historia
Fue hace 200 años, más o menos con la llegada de la Modernidad, cuando el amor romántico asestó su influencia en el mundo occidental. El individualismo, fruto de la cobertura general del resto de necesidades más básicas (ojo a la pirámide de Maslow) llevó a que la autorrealización personal también pasara por encontrar a esa "media naranja" en las naciones desarrolladas, idealizando la unión monógama entre un hombre y una mujer, sublimándola hasta el punto de buscar el apoyo vital y emocional en esa persona que estaba destinada a ser el padre o la madre de los hijos.
Obtener opiniones ajenas sobre el vínculo que os une es positivo, pero si son conflictos muy íntimos que aluden a secretos de ambos, es una clara falta de respeto
Como decíamos, la era de la comunicación digital ha vuelto muy fácil y cómodo el hecho de buscar fuera lo que no se encuentra dentro de la pareja. Si uno de los dos no recibe el apoyo emocional suficiente, es lógico que aparezca un compañero de trabajo, un contacto del pasado o cualquier desconocido dentro de la burbuja de internet. No tiene tampoco que haber una causalidad: aunque las cosas vayan bien, también puede surgir esa infidelidad emocional debido a que uno puede darse cuenta de pronto que lo que le unía al otro no era tan importante o que realmente estaba enamorado de una idea que con el tiempo se ha ido demostrando que es falsa.
En todo caso, eso depende de lo mal que estéis en vuestra situación actual, y no tanto de un fallo individual de una persona abriendo las puertas de su corazón (usando un lenguaje metafórico) a otro sin permiso. En esa situación, estaría bien establecer unos límites, pues no todo vale. No hay nada que peor siente, y esta es una de las razones más de peso para una ruptura debido a una infidelidad emocional, que contar los problemas que tenéis en el seno de la relación a esa tercera persona. Lógicamente, está bien abrirse a otros. Obtener opiniones ajenas sobre el vínculo que os une es muy positivo porque así puedes asomarte a cómo se os ve desde fuera. Sin embargo, si son conflictos muy íntimos que aluden a secretos de ambos, es una clara falta de respeto.
Otro de los rasgos peligrosos de una infidelidad emocional que señala un reciente artículo de Psychology Today es que, como es evidente, constituye el prolegómeno para que se dé la física. El roce hace el cariño, y si tan unidos están o tanto tienen en común es posible, es cuestión de tiempo que den un paso más allá. Si no ha sucedido todavía, seguro que lo han deseado en más de una ocasión, aunque solo sea por morbo.
Amor sin contacto
¿Y si realmente ni se conocen en persona? Esto resulta muy paradójico, ya que abre el debate sobre si una relación meramente virtual, sin tener por qué ser romántica o de flirteo, se puede considerar una relación afectiva real. En este sentido, aunque él o ella no forme una parte activa de su vida real, sino esté alojada solo en la virtual, sí que se produce una conexión emocional cuando comparten una serie de códigos, confidencias o sentimientos. "El hecho de que uno no tenga que conocer o verse la cara con la persona no tiene por qué significar que su vínculo no sea real", asevera el psicólogo Mark Travers en el ya citado medio especializado. "Una relación meramente cibernética también puede tener consecuencias muy reales, como agotar el tiempo y la energía que se dedica a la pareja".+
¿Qué hacer? Si tienes sospechas o estás preocupado al respecto, lo mejor es dejar las cosas claras y poner las cartas sobre la mesa. La base de una relación amorosa siempre tiene que ser una comunicación fluida, sincera y honesta. Y si estás inseguro porque crees que está teniendo un acercamiento más íntimo hacia otra persona, lo más fácil es preguntar. Si sospechas que no te está diciendo la verdad u ocultando información, a lo mejor ha llegado la hora de volver a dibujar los límites de lo permitido. En un vínculo amoroso, lo más esencial es llegar a acuerdos consensuados y para que tengan éxito solo hace falta una cualidad: perseverar en la confianza que se tiene en uno mismo, en el otro y en los dos, pues si esta se deteriora, también lo hará el lazo que os une.
¿Qué duele más, el hecho de que tu pareja desarrolle una filiación emocional muy intensa con alguien sin pasar las barreras o que de repente un día te confiese haberse liado con alguien a quien no tiene mucho aprecio y muestre signos de arrepentimiento? Dependiendo de la relación que tengáis y de vuestra personalidad, toleraréis más una cosa o la otra. Lo que es cierto, sin duda alguna, es que cualquier forma de engaño siempre duele, y es uno de los motivos más de peso por los que las relaciones se acaban.