Tres trucos para guardar correctamente los paquetes abiertos de la cocina

Cada día consumimos alimentos que vienen empaquetados en bolsas y, una vez abiertos, corremos el riesgo de que se puedan derramar en los cajones o la despensa, o de que estos se pongan malos antes de tiempo si no las cerramos adecuadamente. Hablamos del arroz, la pasta, la harina, el café, la quinoa, el azúcar o la sal, por poner algunos ejemplos.

Para que esto no ocurra y los alimentos puedan mantener sus propiedades y nutrientes intactos es importante aprender a doblar y guardar los paquetes abiertos y, para ello, existen trucos caseros muy fáciles de llevar a la práctica.

Tres trucos infalibles

El primero pasa por utilizar pinzas. Es la forma más rápida y efectiva de doblar y guardar cualquier paquete abierto. Aparte de tener la seguridad de que tus paquetes estarán 100% protegidos, también les dan un toque de estilo a la hora de ordenarlos dentro del armario si las compras de colores. Es el caso de las que venden en Ikea, que son un clásico y se han convertido en un accesorio imprescindible en toda cocina que se precie.

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El segundo es, probablemente, el más sencillo, ya que no requiere de ningún accesorio. Paula Seiton, una influencer especializada en el orden en casa, lo explica paso a paso en un vídeo que ha colgado en su cuenta de Instagram. Este método, requiere de algo de práctica y es más efectivo cuanto más largo sea el trozo de papel o plástico para doblar. Echa un vistazo al clip aquí abajo.

Una tercera opción es específico para doblar y guardar las bolsas de patatas fritas, un snack que es muy frecuente tener en casa, se tengan o no niños. Para cerrarlas no se necesita ningún accesorio, basta con usar las manos. Se empieza enrollando la bolsa desde arriba hasta llegar al tope de las patatas, cerciorándonos de sacar todo el aire posible. Llegados a este punto se hace una doblez más pequeña y se da la vuelta a la misma para que la propia bolsa actúe como una pinza.

Con estos tres trucos te convertirás en un profesional del orden en casa. Una vez que aprendas la técnica, no habrá paquete o bolsa que se te resista. Todo es cuestión de maña. Con cualquiera de estos tres métodos evitarás que tus alimentos se pongan malos o que se reblandezcan y no sepan de la misma manera ¡Así de sencillo!