Los estrambóticos requisitos que un restaurante de Londres pide para trabajar

En los tiempos que corren, conseguir un trabajo estable es una misión casi imposible. La inestabilidad política y económica y la falta de inversión en determinados sectores generan empleos precarios. De hecho, las ofertas de trabajo cada vez exigen más requisitos y más dedicación por sueldos realmente irrisorios.

Es el caso de los camareros a los que los hosteleros les ofrecen contratos con horarios infernales, sin días de descanso y con un salario por hora que da para salir corriendo. Pero por si esto fuera poco, hay establecimientos que piden unos requisitos de lo más curiosos a sus futuros empleados.

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El Confidencial

Es el caso del restaurante Bacchanalia de Londres que, a la hora de buscar un candidato para el puesto de "alimentador con uvas" ha exigido que estos tengan "manos bonitas" y que sepan hablar "griego y latín". Ahí es nada. Todo ello, suponemos, porque el concepto del restaurante radica en la inspiración italiana clásica y griega.

"Manicura, comida y vino"

Además, desde el restaurante dicen que la experiencia es "inmersiva y se trata de celebrar excepcionalmente la cocina griega e italiana, los vinos exquisitos y la juerga", añadiendo una dirección de correo electrónico para poder optar a este puesto que, más bien, parece que sea el de un figurante que anime a los comensales durante las comidas y cenas.

Pero ahí no acaba la cosa, ya que, a cambio del trabajo, Bacchanalia ofrece al elegido para el puesto "manicura, comida y vino". Todo, claro está, para que con sus manos alimenten a los clientes a base de uvas. ¡Todo un espectáculo!

La oferta exigía tener “manos bonitas” y saber griego. A cambio, “manicura, comida y vino”

Una oferta que, sin lugar a duda, ha causado furor en redes sociales. Con estos requisitos tan refinados no sabemos si la candidatura del trabajo tendrá muchos aspirantes y tendrán una larga cola a las puertas del local. Lo que sí sabemos es que la noticia ha suscitado la curiosidad de los internautas que no daban crédito a los que estaban leyendo.