La esperanza de vida de las abejas se ha reducido a la mitad en 50 años

El futuro de la humanidad y de otros seres vivos depende directamente del de las abejas. Al fin y al cabo, sin su función polinizadora de las plantas no se podrían cultivar la mayor parte de los cultivos dirigidas a la alimentación humana y ganadera, lo que ocasionaría un gran colapso medioambiental y social en la cadena alimenticia. Llevamos años recibiendo malas noticias de los apicultores, pues una de cada diez especies de abejas silvestres están en peligro de extinción, como cifra la Lista Roja Europea de las Abejas.

Recientemente, un nuevo estudio publicado en la revista Scientific Reports ha agregado otro dato preocupante para la población global de estos insectos: su esperanza de vida se ha reducido a la mitad en los últimos cincuenta años, lo que equivaldría a como si de repente dejásemos de vivir en torno a 70 u 80 años para empezar a morir de media a los 30 o 40. Esta investigación explica, entre otras cosas, los altos niveles de desaparición de colonias de abejas por todo el mundo en las últimas décadas, sobre todo en Estados Unidos, un país que durante el invierno entre 2006 y 2007 perdió en torno al 90% de sus colonias.

Hace 50 años, los pesticidas no existían, lo que también ha pasado factura a su esperanza de vida

Según el estudio, desde 1969 la duración media de las abejas se ha reducido de una media de 34 días a solo 18. Para hacer el seguimiento, Anthony Nearman y Dennis van Engelsdorp, de la Universidad de Maryland, analizaron abejas obreras extraídas de colmenas para mantenerlas en jaulas y paneles artificiales, lo que sin duda puede haber pasado factura a sus resultados.

Un ácaro y productos artificiales

Las causas no son solo ambientales, pues han sufrido importantes enfermedades mortales como el virus del ala deformado, que se ha vuelto mucho más común desde su descubrimiento hace 40 años debido a la propagación global de su insecto vector, el ácaro varroa, una especie de parásito que afecta a las abejas. Del mismo modo, también se han visto afectadas por los pesticidas artificiales de las cosechas humanas, que hace 50 años no existían.

Los fertilizantes están afectando de manera drástica el campo eléctrico de las plantas, lo que cambia la forma en la que las abejas perciben las flores

Estos químicos no solo pasan factura a la salud humana en los productos vegetales que consumimos, también a la población de abejas. El polen con el que dan de comer a sus larvas está contaminado con pesticidas, lo que podría empeorar la situación. Otra de las explicaciones que sopesan los expertos es que los genes de las abejas han podido cambiar, debido a que la selección artificial (llevado a cabo por los apicultores), ha podido favorecer a las abejas con vidas más cortas. Vida rápida, muerte joven: las abejas cada vez sobreviven menos tiempo debido a los pesticidas y a las enfermedades que contraen, como recoge la revista Science Direct.

TE PUEDE INTERESAR

La langosta, un insecto extraordinario capaz de salvar miles de vidas

ACyV

Estos no son los únicos problemas que amenazan la supervivencia de las abejas. Un estudio de la Universidad de Bristol reciente descubrió que los fertilizantes están afectando de manera drástica el campo eléctrico de las plantas, lo que está cambiando la forma en la que las abejas perciben e interactúan con las flores, disminuyendo sus capacidades de polinización.

La reducción de la esperanza de vida de las abejas, sumada al descenso de los niveles de polinización, pone en peligro el 75% de las cosechas mundiales. Y no solo eso, sino también a la naturaleza tal y como la conocemos, pues estos insectos se encargan de polinizar alrededor del 80% de todas las plantas silvestres del planeta.