La increíble idea viral de un alumno después de que su profesor prohibiera los portátiles en clase

La revolución digital que vivimos nos permite utilizar la tecnología para muchas facetas de nuestra vida diaria. Hay cientos de dispositivos destinados a facilitarnos el trabajo en todos los ámbitos, aunque no todas las personas consiguen subirse a ese tren o prefieren que quienes trabajan con ellos no los utilicen por una u otra causa.

Un buen ejemplo es el de un profesor de la Universidad Técnica de Darmstadt, en Alemania. Imparte clase de Ingeniería Mecánica y pidió a sus alumnos que no llevaran ordenadores portátiles a clase, ya que prefería que atendieran a sus explicaciones en lugar de tomar apuntes. Sin embargo, no todos los estudiantes siguieron sus indicaciones.

La idea era que los alumnos pudieran entender la materia tal y como él la explicaba, para que después cada uno tomara sus apuntes con métodos más tradicionales, y no por medio del ordenador. Pero uno de los estudiantes se tomó en serio lo de hacerlo "a la antigua usanza" y se presentó en clase con una máquina de escribir que no dudó en utilizar.

Un vídeo viral

El vídeo fue grabado por uno de sus compañeros de clase y se puede ver cómo el profesor está explicando la materia en clase, cuando el protagonista de esta historia comienza a escribir. En un aula donde lo único que se escuchaba era la lección del profesor, de repente comenzó a oírse el estruendoso sonido de las teclas, lo que provocó que se hiciera el silencio.

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Los compañeros se giraron sobre el alumno que mecanografiaba sus apuntes y comenzaron a sonreír, pero lo mejor llegó cuando sonó la campanita del cambio de línea, que hizo que algunos no pudieran contener la carcajada. El profesor tuvo que guardar silencio y en ese momento es cuando termina el vídeo, por lo que no sabemos las consecuencias que tuvo.

Quizás el profesor dio marcha atrás en su decisión y permitió desde entonces que volvieran los ordenadores portátiles al aula. O puede que eliminara cualquier método de tomar apuntes que no fuera por medio del papel y el bolígrafo. Lo que no se le puede negar a este estudiante es su ingenio y su capacidad de generar expectación a su alrededor: si quería protagonismo, lo tuvo de sobra.