Esta es la forma más rápida de calmar a un bebé que llora, según la ciencia

Los bebés lloran, y esto nada ni nadie puede cambiarlo. Las lágrimas van insertas en la naturaleza humana como un lenguaje que comienza único y se vuelve, después, alternativo. Los adultos rara vez lo eligen, pero los más pequeños no tienen opción, y tal vez con sus llantos nos están enseñando la condición misma de ser seres emocionales: huir de este gesto es, incluso, peligroso.

No obstante, una cosa no quita la otra, y cuando tu bebé llora también es natural que quieras consolarle. En un reflejo espontáneo, le coges, le arrullas, le relajas con susurros y canciones, intentas de mil maneras que se tranquilice. Sin embargo, a veces parece tarea imposible.

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El Confidencial

Un nuevo experimento con 21 bebés de menos de 7 meses ha descubierto ahora que es más probable que dejen de llorar y se duerman cuando sus madres caminan con ellos. Sí, como estás leyendo: prefieren ese movimiento a los brazos, quietos, en una silla o recostados en una cuna.

No quieren estar quietos

Para probar el efecto que estas preferencias tienen en las personas, el equipo encargado del estudio, a medio camino entre Japón e Italia, monitoreó el llanto de los 21 bebés mientras sus madres probaban cuatro métodos para calmarlos: sostener a su bebé mientras caminaba, moverlo de un lado a otro en un cochecito o cuna mecedora, sostenerlo mientras estaba sentado y acostándolos sobre un colchón.

Los experimentos, cuyos resultados han sido publicados en la revista Current Biology, cada uno con una duración de 5 minutos, se realizaron en casa propia o en un laboratorio, según decisión de cada madre.

Lo que comprobaron casi de inmediato es que los bebés no se calmaban cuando sus madres o sus padres los cargaban sentados o los colocaban en una cuna, mientras que sí lo hacían cuando sus madres caminaban con ellos. De hecho, en estos últimos casos, buena parte de ellos hasta se durmieron en menos de 5 minutos.

Un buen balanceo

Asimismo, los investigadores encontraron también que mecerlos en un cochecito o cuna tiene un efecto calmante similar, aunque en menor medida. Esto probablemente se debe, aluden, a que el balanceo creaba un movimiento rítmico similar al de caminar, según los investigadores.

Esta respuesta parece fruto de una evolución que nos permite al nacer dormir sobre nuestras cuidadoras y cuidadores mientras realizan sus actividades diarias, aseguran. Por todo ello, aconsejan pasarse a esta técnica de caminar y, acto seguido, sostener al bebé durante otros 5 a 8 minutos después de que se duerma antes de ponerlo en una cuna (pues los bebés analizados tendían a despertarse si los trasladaban antes).