El color de nuestros ojos no siempre es el mismo: un misterio que sigue despistando a la ciencia

A menudo, parece que llegamos al mundo con los ojos grises. Sobre todo durante nuestros primeros días de vida resulta complejo para nuestro entorno identificar el color exacto de nuestros iris. Si bien el gris acostumbra a aparecer al principio, hay personas en que se mantiene esta curiosa tonalidad que trasciende las habituales: marrón, azul y verde, esa eterna disputa. No obstante, lo más habitual es que nuestra mirada cambie a lo largo de los primeros meses, en todos los sentidos. ¿Por qué sucede esta transformación?

En el marco social, este detalle se describe como uno de nuestros rasgos físicos más característicos, una herencia visible a veces, un misterio otras. Y siempre, especialmente, un espejo que dice el dicho. Tan personal para nosotros como la forma de nuestra nariz, de nuestras orejas o nuestras cejas es, sin embargo, un objetivo mucho más inmediato para los otros, para entendernos.

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Si te detienes a observarlo al detalle, en este fenómeno común el color de los ojos cambia con bastante rapidez, y la mayoría de las veces a un color más oscuro. En 2016, un estudio de la Escuela de Medicina de la Universidad de Stanford (Estados Unidos) planteó el asunto llevándolo a la práctica y mostró que, de 148 niños, el color de ojos de hasta un tercio de ellos había cambiado durante los dos primeros años.

El origen está en un pigmento

Lo que encontraron entonces el equipo médico encargado de la supervisión, dirigido por la oftalmóloga Cassie Ludwig, es que solo a cinco niños se les aclararon los iris. Según consideraron, la acumulación de melanina, un pigmento protector muy conocido en esta zona ocular, sea quizás el origen de esta fuerte tendencia a oscurecer los ojos.

El color de los ojos depende en particular de la cantidad de melanina, que también determina el color de la piel. Pero la melanina también juega un papel fundamental en la protección solar. Esto explica en particular por qué los ojos oscuros son más resistentes que los ojos claros a los rayos del sol.

En ojos con poca melanina, el color azul es el resultado de la forma en que las fibras de colágeno difunden la luz. Este fenómeno se puede comparar con lo que sucede en el cielo: la forma en que la luz se dispersa en la atmósfera da el azul que tan bien conocemos.

Qué pasa con los gemelos

Previamente, otro estudio realizado en el país norteamericano en 1997 había abierto esta línea de investigación sobre algo que siempre permanecía en la visión de algo así como las particularidades de lo cotidiano. Aquel equipo de investigadores siguió a más de 1.300 gemelos desde la infancia hasta la edad adulta. De esta forma, pudieron observar que el color de los ojos generalmente dejaba de variar a partir de los seis años.

Sin embargo, en unos pocos casos, este proceso cambiante continuó desarrollándose durante la adolescencia y hasta en la edad adulta. Los científicos también observaron que en los gemelos heterocigotos, los colores similares al principio podían volverse diferentes.

Es decir, parece más probable que el color de los ojos se diferencia en la vejez para los gemelos no idénticos que entre los gemelos idénticos. Esto sugiere que hay un elemento genético en la propensión a cambiar el color de los ojos, señala David Mackey, profesor de oftalmología en el 'Lions Eye Institute' de la Universidad de Australia Occidental, según recoge Martha Henriques en un artículo para la 'BBC'.

Muchas posibilidades

Hasta la fecha, ningún estudio ha podido explicar por qué tantos niños producen más melanina a medida que crecen y, por lo tanto, ven que sus ojos se oscurecen. Los científicos admiten que por ahora no saben realmente qué causa estos cambios de color, aunque existe cierta certeza en torno a una interacción en la que intervendría entrelazados la genética y el medio ambiente. Sería, de hecho, este último el que, pese a las ideas que apuntan a él, aún descoloca a los profesionales.

Un cambio de color de ojos puede ser inofensivo o puede ser un signo de una afección que necesita tratamiento, aseguran desde la 'American Academy of Ophthalmology'. En este sentido, explican que "los cambios en el color de los ojos pueden estar relacionados solo con el iris, pero los cambios en otras partes del ojo también pueden hacer que el color del iris se vea diferente".

Es decir, pese a que los cambios de color de los ojos no suelen ser graves, en ocasiones sí pueden estar relacionados con algo más complejo como una lesión, como le ocurrió al famoso cantante David Bowie.

"Los factores que pueden hacer que los ojos cambien de color (o que parezcan tener colores diferentes) incluyen los genes, algunas enfermedades, algunos medicamentos e incluso un trauma", sostiene en el portal de dicha academia el oftalmólogo Omar Chaudhary.