¿Duermes con tu perro? Estas son las razones por las que no debes hacerlo

Los animales de compañía son muy importantes en las sociedades occidentales. En España un 49,3% de los hogares tienen mascotas, en su gran mayoría perros. Uno de los principales motivos es, entre muchos otros, el vínculo tan especial que se establece entre un can y sus dueños, un nexo único en el reino animal.

El cariño recíproco y las ganas de tenerlos cerca hace que muchas veces los dueños quieran dormir con sus perros. Una acción que sirve para estrechar la relación entre mascotas y dueños. De hecho, una vez que tu perro entiende que está permitido subir a la cama, no hay vuelta atrás. Por este motivo, debes tener en cuenta los peligros e inconvenientes a los que expones tu descanso y tu salud si duermes con tu amigo peludo.

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El Confidencial

Aunque diversos estudios apuntan a que dormir con un perro genera una sensación muy placentera, todo dependerá del tamaño de este. No es lo mismo dormir con un caniche que con un mastín. Los perros son animales que se mueven mucho durante el sueño y siempre buscan una posición de contacto que limita al máximo tu movimiento, por lo que tu descanso se puede ver alterado.

Las medias tintas no van con los perros

Conflicto aparte es el que se puede producir si, después de haber dormido contigo, te echas pareja y ocupa el lugar que el perro entiende que es suyo. Tu amigo peludo entiende que, o duerme siempre contigo en la cama, o no duerme nunca, por eso es mejor acostumbrarle a que duerma en su propia cama para evitar problemas mayores y no que duerma contigo solo cuando tú quieras.

Sus problemas respiratorios provocan ronquidos y que se muevan más de la cuenta

Junto a esto, y a medida que van cumpliendo años, suelen aparecen los problemas respiratorios, sobre todo en los perros braquicéfalos, por lo que la calidad del sueño del can se reduce, lo que provocará que sufras sus trastornos que pasan por molestos ronquidos o silbidos o que se muevan más de la cuenta.

Tanto si es cachorro, como si tiene edad avanzada, es probable que tu perro no sepa controlar sus esfínteres y la cama aparezca empapada. Quizás, este sea otro motivo para no dormir con ellos. En todo caso, esto también depende de la educación que le des. Los perros saben diferenciar entre exterior e interior, por lo que si les educas sabiendo que dentro nunca pueden hacer sus necesidades, tratarán siempre de seguir la norma.

Otra incomodidad es que el perro puede babear (no todos, claro), dejando las sábanas mojadas y con una desagradable sensación si al darte la vuelta notas la humedad de su saliva. Además de incómodo, no es higiénico ya que su boca puede ser portadora de bacterias que pueden producir reacciones en el organismo humano. De hecho, aunque siempre es agradable recibir muestras de cariño de tu perro, se desaconseja limitar al máximo los lametones o el contacto con la saliva.

Alergias y suciedad

Del mismo modo, los perros son portadores de ácaros, ya sean propios o ajenos que se unen a los que ya se encuentran en la cama, lo que puede intensificar las alergias. Por lo tanto, cuanta más higiene exista, menos posibilidad de desarrollar este tipo de patologías.

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Asimismo, los perros arrastran suciedad del exterior. En cada paseo, todo su cuerpo se restriega por los lugares más insospechados y es inevitable que el perro traiga parte de esa porquería a casa. Da igual que le laves las almohadillas al llegar porque algo siempre queda. Además, como sabes, no es positivo bañarlo constantemente ni vestirlo para que permanezca limpio, porque los perros necesitan ese equilibrio para desarrollar y mantener la inmunidad ante bacterias, virus y gérmenes.

El perro debe cumplir con un calendario de vacunación, especialmente ante la rabia. En caso de no estar vacunado el animal puede contraer, desarrollar y contagiar enfermedades graves a los humanos. Y es que, contra lo que la mayoría piensa, la rabia no solo se contrae cuando te muerde un perro, sino que también se puede contraer a través de un lametazo con saliva del animal en la boca, la nariz o heridas humanas. También pueden contagiar la brucelosis.

Si tu perro tiene diarrea, dilatación de abdomen, picor o heridas, descarta que duerma contigo

Por último, si tu perro tiene manifestaciones como diarrea, dilatación de abdomen, picor o heridas, descarta que duerma contigo hasta que un veterinario determine el motivo de los síntomas. En cualquiera de sus paseos el perro puede convertirse en portador de chinches o parásitos intestinales. En cualquier caso, lleva a cabo todos los procesos veterinarios pautados y utiliza collar, pipeta o pastillas para acabar con sus parásitos internos.