Una historia de película: descubrió un fallo en los cajeros y robó más de 1 millón de euros

Dan Saunders era un modesto camarero que hace diez años trabajaba en Nando's, una cadena de restaurantes australiana. En su tiempo libre solía ir a tomar alguna cerveza con sus amigos, aunque su maltrecha economía no le permitía grandes alegrías. Sin embargo, una de esas noches en las que salió de bares le iba a cambiar la vida por casualidad… y gracias a su ingenio.

Todo sucedió en Wangaratta, una pequeña localidad australiana de apenas 30.000 habitantes en el estado de Victoria. Dan se había quedado sin dinero, así que se fue a un cajero para sacar algunos dólares. La mala noticia es que su cuenta corriente estaba a cero, por lo que decidió transferir 200 dólares de su tarjeta de crédito a su cuenta bancaria para poder retirarlo del cajero. Así lo hizo, pero el mensaje que recibió fue "transacción cancelada".

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La curiosidad llevó a Dan a entrar en su cuenta bancaria y tratar de sacar esos 200 dólares de su cuenta corriente y ahí se produjo la sorpresa: aunque la operación supuestamente se había cancelado, sí pudo retirar el dinero. Después de los 200 dólares probó con 500, después con 600 y se dio cuenta de que ese truco siempre funcionaba. Ahí comenzó el desfalco.

Le pudo la angustia

Dan Saunders había descubierto un bug, un error de software en los cajeros. Para llevar a cabo su estafa, retiraba el dinero del cajero y, al día siguiente, lo enviaba de nuevo a su cuenta para asegurarse de no se quedaba con saldo negativo: hacía una transferencia por la noche de la tarjeta a su cuenta, sacaba el dinero y no quedaba rastro. Al día siguiente lo volvía a introducir en su cuenta y así siempre había dinero, pero él iba acumulando miles y miles de dólares en efectivo.

En apenas 4 meses, Dan consiguió retirar 1,6 millones de dólares australianos, el equivalente a casi 1,1 millones de euros. Una cantidad que se gastó en parte en una vida llena de lujos: comidas en los mejores restaurantes, hoteles de cinco estrellas, vuelos privados… Sin embargo había algo en su interior que le había empezado a pasar factura: la culpa y el miedo en cada momento a que la policía llamara a su puerta.

Dan decidió contárselo todo a su banco, que le amenazó de haberse metido en un gran problema y que se las vería con la policía. Pero durante los dos años siguientes no supo nada ni de la entidad financiera ni de las fuerzas de seguridad. Por eso, en el año 2015 decidió entregarse voluntariamente y aceptar una pena de cárcel de 12 meses por robo y fraude, aunque fue puesto en libertad a cambio de 18 meses de trabajos para la comunidad y no volver a delinquir.

Tras reconocer su estafa, el banco estuvo dos años sin dar señales de vida

Ahora, Dan ha querido contar su historia. Lo ha hecho por medio de un podcast de ocho capítulos que se ha convertido en un gran éxito en Australia, por lo que el siguiente paso será una película. Tal y como publica el diario australiano The West, su historia será llevada al cine, aunque él ha vuelto a trabajar como camarero en un restaurante donde gana 22 dólares australianos por hora. Sus días de millonario terminaron.